Archivo por años: 2007

Aspectos psicosociales de la rehabilitación sexual de las Personas con Limitaciones Observables

Participación en el Congreso III de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, Morelia, MCH. 2003

Para Javier Cambrón que me enseñó que todos los seres humanos tenemos limitaciones (miedo, agresividad, presunción, falso orgullo, deshonestidad, etc.) pero no se notan a diferencia de las que tienen las personas a las que se ha llamado: minusválidos, discapacitados, personas con necesidades especiales, etc. A partir de hoy usaré el concepto creado por él: Personas con limitaciones observables.

De 20 años a la fecha el tema de la sexualidad se ha convertido en uno de los favoritos de los medios de comunicación, sin duda alguna el fenómeno del VIH/SIDA contribuyó de forma importante para ello; por cierto, resultan incontables los espacios donde se abordan diferentes tópicos sexuales pero, analizándolos con cuidado queda la sensación de que en muy pocos el tratamiento es respetuoso, actualizado y con el objetivo de erradicar falacias; por el contrario, una gran cantidad de programas se van por el lado del chiste o del sensacionalismo perpetuando, cuando no fortaleciendo la ignorancia y el miedo que se le tiene a esta parte de nuestra vida. Parafraseando a Michael Foucault podemos decir que la abundancia de discursos relacionados con un tema no necesariamente es una  muestra de libertad, pues hace falta analizar el contenido de lo dicho para conocer el verdadero objetivo.

Provoca risa o ¿vergüenza? conocer las tácticas usadas a principios del siglo pasado para invitar a las familias a oponerse a que se impartiera la educación sexual en la escuela primaria, un ejemplo de ello es el Plebiscito que, allá por los años treintas del siglo pasado, se publicó en varios diarios y que decía así:

¡¿Está UD de acuerdo con que a sus hijos y especialmente a sus hijas se les enseñen, obligatoriamente en las escuelas los secretos sexuales?

Las Personas con Limitaciones Observables cada día se muestran más, pero es preciso que el Estado y la sociedad en general las aceptemos y respetemos.

Como puede verse, las respuestas inducidas han sido usadas desde hace mucho tiempo, sin embargo, las cosas cambian pero no tanto y por ello indigna el saber que estrategias, similares continúan, desde luego, con estilos actualizados. En octubre del 2002, La Jornada informó que Martín Núñez, en la Feria de León Guanajuato dio una conferencia sobre sexualidad y juventud donde dijo entre otras cosas:

“Existen seis evasores de la realidad:

  1. La televisión, 
  2. La radio, 
  3. Los periódicos, 
  4. La literatura barata, 
  5. El cigarro, 
  6. El vino y 
  7. El sexo”.

No conforme con demostrar que los números no son su especialidad agregó:

“El sexo sirve para:

  • Tener hijos, 
  • Para quitarte el estrés y 
  • Para alcanzar la sublimación. Así es que nada de sexo, eso es algo grotesco.

Aprendan a usar su energía sexual, que se va al cerebro, en lugar de tirarla”.

Mientras sigamos considerando que la reproducción es el objetivo único y supremo de la sexualidad estaremos, paradójicamente,  intentando descender en la escala filogenética pues está visto que es entre los animales irracionales donde la cópula se tiene con el, exclusivo, propósito de perpetuar la especie.

Los bonobos (conocidos como chimpancés enanos), con quienes compartimos más del 97% de nuestro material genético resultan muy interesantes porque la violencia es algo que parece no existir en sus grupos, casualmente, comandados por hembras. Entre esos chimpancés la propuesta del 68 de: Haz el amor no la guerra está perfectamente integrada, pues cuando uno de sus miembros está tenso recurrirá al acicalamiento, acariciará, simulará la cópula o copulará pero no reñirá.

Freud, a quien cada vez se le menciona menos tiene un excelente libro titulado: El chiste y su relación con el inconsciente; de manera sucinta podemos decir que el creador del Psicoanálisis expone que aquellas cosas que nos generan mucha angustia las tribializamos, por ello unos cuantos días después de una desgracia menudean los chistes relacionados con quienes la padecieron, a quien dude de ello le invito a recordar ¿Cuántos chistes sobre la sexualidad de las personas con discapacidad, hemos escuchado, celebrado y hasta contado?

Me atrevo a decir que a la mayoría de quienes se desempeñan en este ámbito les resulta fácil hablar de la sexualidad… de los demás, pero no tanto de la propia, mucho menos en forma seria y honesta porque afirmamos o ¿sería más exacto decir racionalizamos?: Es algo muy íntimo. Valdría la pena que con Honestidad valiente analizáramos cuánto  hemos reflexionado y por tanto aceptado esta área.

 

Las Personas con Limitaciones Observables se desempeñan en todos aquellos ámbitos en los que menos obstáculos se les presentan

Por lo antes mencionado queda claro que manejar el tema de la sexualidad de las personas con limitaciones observables no resulta fácil en vista del significado que en sociedades como la nuestra se le: da, otorga o impone a esta parte de nuestra vida y la cuestión suele complejizarse porque la educación de la sexualidad que, en términos generales, hemos recibido derrocha subjetividad, falacias y prejuicios. Lo anterior significa que, los conocimientos de estos consultantes son muy escasos, en el mejor de los casos y tendenciosos o equivocados en la mayoría. Para complicar aun más la situación, las facultades o escuelas superiores suelen no incluir en sus currículos el tema de la sexualidad, de modo que una gran cantidad de, magníficos especialistas, de uno y otro sexo, manejan prejuicios como los de todo mundo, con el agravante de que su palabra se convierte en ley y en el supuesto de que por ello se repriman o eviten algunas conductas estaríamos muy cerca de algo denominado  hiatrogenia.

Querámoslo o no vivimos en una sociedad que puede calificarse como hipergenitalizada y orgasmomaniaca, motivo por el cual, los estereotipos están a la orden del día; todo eso acarrea problemas, preocupaciones y sinsabores a la sociedad en general pero se magnifica en las personas a quienes se dedica el presente evento.

La imagen es un aspecto que cobra inusitada importancia en el ámbito de la sexualidad y si hacemos un pequeño esfuerzo observaremos, que desde hace muchos años, existe una especie de febofilia, es decir, se considera que las personas entre más jóvenes más atractivas son; la cosa no queda ahí pues la juventud se relaciona con salud, vitalidad, desparpajo y capacidad para desplazarse a cualquier parte. Es como si no advirtiéramos que al avalar esa tendencia incluso, nosotros mismos, quedamos excluidos del campo de la atractividad pues envejecemos segundo a segundo.

La funcionalidad también cobra inusitada importancia en el ámbito del erotismo, por cierto, este último concepto aunque muy mencionado casi nunca lo definimos, motivo por el cual aquí menciono la definición que expertos de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud formularon en la Ciudad de Antigua Guatemala en el año 2000:

Erotismo: Capacidad humana de experimentar las respuestas subjetivas que evocan los fenómenos físicos percibidos como deseo sexual, excitación sexual y orgasmo y que por lo general se identifican como placer sexual.

 

El erotismo acompaña al ser humano a lo largo de la vida, es decir, termina con su muerte; siempre y cuando no se tope con un necrófilo.

Se trata de un concepto, exclusivamente, humano, sin duda alguna fruto de la evolución de nuestro cerebro y cumbre de la civilización. El erotismo se desliga de la obligatoriedad reproductiva y se aventura por los ámbitos del placer. La sola mención de esa palabra, sin duda alguna, todavía estremece a una gran cantidad de almas piadosas, quienes prefieren hablar de que el sufrimiento dignifica y conduce a un mundo mejor después de la muerte. Para los seguidores de Freud estaría clara la batalla entre Eros y Tánatos.

Los aspectos esbozados se entremezclan para conformar un tejido donde encontramos explicaciones a las resistencias para considerar a las personas con discapacidad como entes pertenecientes a la subespecie Homo eroticus; se invoca el camino de la resignación y de la sublimación, Si ya no puedes procrear conviértete en un buen ser humano. Por otra parte con gran frecuencia nuestros consultantes pasan por un estado de dependencia y quienes les rodean, suelen tratarles como niños, quizás porque inconscientemente se relaciona la niñez con asexualidad, cosa por cierto bastante alejada de la realidad. Si escuchamos con atención y respeto a estas personas nos enteraremos, que con frecuencia sus familiares les animan para que se capaciten en los campos intelectuales, de destrezas y laborales pero casi nunca se habla de los aspectos eróticos, pues una gran cantidad de gente considera que ya no se les antoja. Quienes así piensan manejan la simple y extendida ecuación: discapacidad igual a asexualidad.

Desde las más recientes campañas para la Presidencia de la República el tema de la perspectiva de género hizo su aparición y desde entonces hemos padecido bombardeos discursivos tendientes a convencernos que el trato para hombres y mujeres es un hecho. Valdría la pena enfatizar que si bien todo mundo puede hacer magníficos discursos, son muy pocos quienes los ponen en práctica.

Es innegable que hombres y mujeres somos diferentes, sin embargo, esas diferencias, no justifican las desigualdades.

 

 

¿Tiene importancia el tema del género en la sexualidad de las personas con limitaciones observables? La respuesta es afirmativa, la masculinidad, tema poco estudiado y menos entendido atraviesa la existencia no sólo de los varones si no también de las mujeres.

A mi juicio los varones tenemos un núcleo muy grande de inseguridad y es por ello, que a cada momento intentamos demostrar no sólo que somos hombres, si no que somos muy hombres. Es la mirada de los demás la que valida mi masculinidad, y por ello gran parte del tiempo actúo para ese inmenso auditorio que se llama mundo. Si reflexionan UDS. en cuales son las características exigidas a los varones por esta sociedad, encontrarán que una gran cantidad de ellas se relacionan con: la productividad, la valentía, la potencia sexual, el poder, la seducción, la capacidad de resolver problemas y tantas más que tiene razón Neruda al quejarse en uno de sus versos:

“Y sucede que me canso de ser hombre”.

Por un solo momento analicen lo relacionado con la masculinidad en un varón con limitaciones observables, pero, sobretodo, averigüen cual es su propio diagnóstico al respecto y constatarán cuan difícil resulta avanzar en este terreno.

 

Lógica y desgraciadamente, entre las Personas con Limitaciones Observables, las desigualdades genéricas también se advierten

Las mujeres no se libran de presiones similares y de nueva cuenta vale la pena revisar cuales son las características que desde la más tierna infancia introyectamos en las niñas, porque como dijo Simone de Bouvair: No se  nace mujer, se hace mujer. Querámoslo o no seguimos esperando que tengan vocación de servicio pues aunque ambos miembros de la pareja, trabajen remuneradamente, son todavía ellas las que realizan más actividades domésticas.

Consideradas como quienes detentan el manejo de los sentimientos, se espera que también apoyen el desarrollo de su pareja a costa del suyo pues cuando aparecen los hijos también es ella, la que con mayor frecuencia faltará al trabajo para asistirlos, en caso de enfermedad o cualquier motivo que exija la presencia de algún progenitor. Sin duda habrá de seducirnos todo el tiempo, independientemente del trabajo que desempeñe o de lo cansada que esté, debe procurar ser atractiva para que su hombrecito no se vaya a otro lado o como dijo Rosario Castellanos en la sexta parte de su poema Kinsey report:

¡Qué importa la pobreza! Y si es borracho

Lo quitaré del vicio. Si es un mujeriego

Yo voy a mantenerme siempre tan atractiva,

Tan atenta a sus gustos, tan buena ama de casa,

Tan prolífica madre

Y tan extraordinaria cocinera

Que se volverá fiel como premio a mis méritos

Entre los que, el mayor, es la paciencia.

¿Qué me ves?

La imagen y más que nada la auto-imagen se convierte en uno de los primeros obstáculos para que las personas con limitaciones observables se atrevan a re-integrarse a la sociedad.

El reto es muy importante porque se trata de desaprender lo que a lo largo de toda mi vida he recibido por diferentes canales, y aprender que los seres humanos no estamos pre-determinados por lo que toca a la sexualidad y mucho menos al erotismo.

Es necesario que podamos mirar de otra manera y busquemos en nosotros aquello que en verdad nos mueve, suena fácil pero no es tan sencillo, sin embargo es enriquecedor. Podemos jugar un poco contestándonos: ¿Para qué me casé? o ¿Para qué quiero una pareja? Es necesario contestar al ¿Para qué? Y no huir hacia el: ¿Por qué? Si elijo este lado sin duda tendré infinidad de respuestas, en cambio el para qué me obliga a incursionar por lo más recóndito de mi intimidad. Un ejercicio similar ayudará a las personas con limitaciones observables.

Las exposiciones anteriores han demostrado que la sexualidad no se agota en la genitalidad y es que el erotismo es una característica que amplía las potencialidades de los seres humanos.

Si es cierto aquello de que El conocimiento os hará libres es necesario hacerlo extensivo a la totalidad de nuestro pueblo, es decir, llegar a todas las regiones del país, lo cual significa un esfuerzo inusitado. El reto estriba en que lo aquí dicho llegue a permear a otras regiones pero no a manera de imposición, basta ya de esquemas educativos autoritarios en los que se impone un estilo de aprendizaje que promueve no la reflexión si no la memorización; desde nuestra más tierna infancia se nos obliga a sabernos infinidad de fechas y lugares aunque desconozcamos el porque de las acciones.

Hablar de sexualidad implica incursionar por nuestras intimidades para aceptar el cómo somos, lo cual no significa quedarnos así, por el contrario, es a partir de ese diagnóstico que podremos intentar ser mejores.

La educación de la sexualidad es revolucionaria porque invita a romper esquemas rígidos, implica conocer por medio de la duda y construir en base a hechos no a suposiciones ni mandatos; está en contra de las imposiciones y a favor de la toma de decisiones de manera responsable. En vez de limitar las expresiones de la gente las anima a que hagan uso de las más de cien mil millones de neuronas que tenemos para tratar de vivir en armonía. Se procura que la gente se responsabilice de sus acciones, tome acuerdos con su pareja y sepa que los caminos del placer son infinitos.

Desde mi perspectiva es necesario un plan en varias dimensiones:

Como profesional vale la pena que haya revisado mi sexualidad.

Trabajar con cada uno de mis pacientes en la de-construcción de los prejuicios sexuales y hacer comunes los hallazgos de aquí al gran público, pero por sobre todas las cosas invitar a la gente a que no crea que dude, que escuche a otras personas, que lea y en base a ello se responsabilice de sus acciones.

Quiero terminar mi intervención con una frase de Herman Hesse en Demian:

Para nacer, hay que destruir un mundo.

Muchas gracias.

Bibliografía:

  • Castellanos, Rosario. Bella dama sin piedad y otros poemas. Editorial Fondo de Cultura Económica. México, 1984. Página: 150

Ojos que no ven.. Manos que acarician.

Seminario: “Educación para la prevención, diagnóstico oportuno y rehabilitación temprana de las personas con discapacidad”.

Teatro Hidalgo del IMSS

Como expositor de un diplomado me encontré con un médico que no aceptaba a la homosexualidad como parte del comportamiento humano, afirmaba el galeno en cuestión, lo antinatural de tal conducta y sentenciaba que: “hombre y mujer son complementarios, en vista de que el objetivo de las relaciones sexuales es el de la procreación”. El ardor y el entusiasmo con los que defendía sus argumentos llamaron poderosamente la atención; hablaba con gran seguridad y en sus palabras había tal entusiasmo que conmovió a gran parte de las personas ahí reunidas. En vista de que estábamos en un recinto universitario esa intervención mas que entorpecer la conferencia sirvió para profundizar en el análisis del tema. El final fue feliz no ponernos de acuerdo, pero sí porque la gente se atrevió a pensar y a dudar de aquello en lo que aún, sin pruebas contundentes o científicas, siempre había creído.

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Los humanos somos anímales de costumbres, desde nuestra más tierna infancia se nos enseña como reaccionar ante determinados estímulos; lo que debemos contestar en situaciones particulares y como hemos de actuar en ciertos escenarios. Después de armarnos con unas cuantas fórmulas se espera que con ellas caminemos a lo largo de nuestra existencia. Se nos advierte que esas son las formas correctas de la vida y que deben ponerse en práctica sin chistar; cualquier alejamiento de las mismas podría ocasionar consecuencias funestas, ello explica porque en numerosas ocasiones, la gente se resiste al cambio.

Cuando alguien, con gran solemnidad sentencia que los seres humanos: “nacen, crecen, se reproducen y mueren” evidencia que se rige por lo que un día le dijeron en su clase de Ciencias Naturales, allá por el tercero de primaria. En gran parte la metodología usada para criarnos y crearnos es la responsable de la manera como nos relacionamos; la Socialización, esto es la serie de estrategias por medio de las cuales nos dieron las herramientas para relacionarnos se caracteriza por su rigidez, jerarquización y poca flexibilidad. Se insiste en la inmutabilidad de lo dicho y en lo peligroso que resulta desobedecer lo establecido. Se le otorga gran valor a lo dicho por quién sabe quién, quién sabe cuándo y para qué.

Vamos por la vida sopesando nuestros actos con esa balanza recibida desde nuestra más tierna infancia y cuyos resultados sólo pueden ser: correcto o inco&& 2 && albert-einstein-428957rrecto.  Lucimos acartonados y con gran frecuencia faltos de imaginación, aunque la realidad es que amputamos nuestra creatividad, resulta curioso recordar que muchas de las personas consideradas geniales fueron etiquetadas, en su infancia como incapaces, menciono un par de ejemplos: a Michael Faraday (1791-1867) descubridor del electromagnetismo; sus progenitores lo creían un “retrasado” porque habló hasta los cinco años. En un caso más cercano en el tiempo, uno de sus profesores le dijo a Einstein “UD. nunca llegará a ser nada”. Por fortuna en ambos casos las etiquetas fallaron.

Regresando al comentario del médico en el sentido de la complementariedad entre los seres humanos resulta claro que no todas las persona desean unirse a veces ni siquiera temporalmente. Sí bien se insiste en que la familia es la base de la sociedad, las modificaciones están a la orden del día y no sólo desde ahora sino desde hace miles de años. El argumento de que el objetivo de las relaciones sexuales es el de la reproducción, de plano nos obliga a reubicarnos en la escala filogenética. En la mayoría de los animales irracionales las conductas de apareamiento, también denominadas de celo, estro o brama, sólo acontecen cuando existen las máximas probabilidades de incrementar la descendencia y ocurren, gracias a una serie de mecanismos fisiológicos entre los que destaca el relacionado con las hormonas; decimos que son actos instintivos porque en ellos no obra la voluntad pues están determinados genéticamente y por tanto suceden de manera automática, inmediata y no son modificables.

¿Cuántos de las personas aquí presentes tienen relaciones sexuales con el único fin de reproducirse? No es necesario que contesten pero me atrevo a pensar que son una absoluta minoría o quizás un poquito más de los que votarán por Camacho Solís el próximo dos de julio.

Nuestra especie, se aleja de las demás en la medida que es capaz de crear un sin fin de cosas lo cual, por supuesto produce más problemas y requiere de nuevas invenciones, pero es eso lo que nos ha permitido llegar hasta donde estamos.

Erotismo divino tesoro.

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Se trata de una característica única y exclusiva de nuestra especie, de acuerdo con el sexólogo mexicano Eusebio Rubio Aurioles:“por erotismo entendemos los procesos humanos en torno al apetito por la excitación sexual, la excitación misma y el orgasmo, sus resultantes en la calidad placentera de esas vivencias humanas así como las construcciones mentales alrededor de estas experiencias”. Esta parte muy nuestra, está estrechamente relacionada con el simbolismo, por lo cual la excitación y la experiencia sexual pueden ser invocadas aunque estemos lejos de la persona amada o deseada.

Disfrutad sin necesidad de reproducíos.

Cuando menos desde el siglo XV antes de nuestra era, ya existían los anticonceptivos; en el Papiro de Ebers se describe una fórmula que la mujer había de colocar en su vagina para evitar los embarazos; debía mezclar: varios aceites con estiércol de cocodrilo, si bien no suena muy antojable al parecer era efectiva puesto que la recomendaban en un documento tan importante. Desde otra perspectiva es claro que la gente estaba muy interesada en regular el número de su descendencia, sin renunciar al encuentro sexual. De esa época a nuestros días los cambios han servido para mejorar la metodología anticonceptiva pese a la oposición de algunas instancias religiosas.

Los seres humanos al poseer el cerebro mas complejo entre las especies dependen menos, conductualmente hablando, de los imperativos biológicos y más de su inventiva. Ello significa que el deseo sexual puede satisfacerse no sólo a través del coito y éste último se realiza por múltiples razones y no nada mas para reproducirse.

De un candidato para un candidote

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En este año más que en otros, los diferentes candidatos a la presidencia de la República se percataron que las PNE son muchas más de las que alguna vez soñaron y ahora les piden su voto a cambio de promesas, sonrisas y hasta uno que otro tocamiento en el hombro o quizás hasta se atrevan a dar un besito. Confían en que el prometer no empobrece pero en ese entendido estarán ambas partes, lo más seguro es que las personas también le sonrían y le devuelvan el besito para el dos de julio votar por quien más les convenza. Una vez instalado el ganador lo ideal es exigirle que cumpla lo ofrecido, es decir, poner en marcha programas donde se permita que la sociedad conozca y conviva, dignamente, con este sector de la población. Alcanzar objetivos intelectuales es necesario, lo mismo que aquellos indispensables para el buen trato de las demás personas; aprender un oficio es interesante siempre y cuando exista el lugar donde ponerlo en práctica pero por nada del mundo debe soslayarse el aspecto erótico sexual de las PNE.

Por el simple hecho de pertenecer a la especie humana se tienen, entre otras, las siguientes potencialidades: reproductividad, erotismo y afectividad, adquiridas y desenvueltas todas ellas en el marco de las relaciones de género. Lo anterior significa que cada uno de los seres humanos aparte de ser sexuado es erótico, por lo que puede, tanto dar como recibir afecto y puede reproducirse a voluntad (con frecuencia). En la actualidad la gente puede demostrar sus afectos de muy diversas formas y por terrible que pueda sonarle a algunas almas piadosas que todavía por ahí pululan, es necesario aceptar que las PNE también tienen deseos sexuales. Basta ya de tratarles como infantes pensando que con tal estrategia conseguirán asexualizarles. Las necesidades sexuales se satisfacen con actividades erótico sexuales y no recortando papeles; iluminando; jugando futbol, recitando, viendo la TV; leyendo pasajes piadosos o escuchando los discursis perdón discursos de los candidatos.

Todo mundo sabe que quiénes se consideran normovidentes son incapaces de mirar a ciegas y ciegos, en parte porque temen a lo desconocido y en parte porque quienes padecen ceguera se consideran seres sin atractivo y por lo tanto, se esconden. Me atrevo a decir que lo mismo ocurre con el resto de las Personas con necesidades especiales (PNE). Lo peor es que no falta quien diga, entre ellas mismas, esa o ese sí es minusválido. Por desgracia tenemos una gran tendencia a etiquetar al resto de la población lo cual nos permite colocarnos en sitios de mayor jerarquía

TLC o toquemos los cuerpos

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Uno de los argumentos más esgrimidos para impedir que las PNE ejerzan su potencial erótico sexual es que podrían traer a otras criaturas con problemáticas similares, concediendo la validez de una preocupación, no necesariamente cierta, valdría la pena señalar, en contraposición, la existencia de métodos anticonceptivos muy eficaces. ¿cuál sería entonces un impedimento convincente?

Si ya quedó claro que las relaciones sexuales entre humanos suelen darse por múltiples motivos entre los que casi nunca aparece la reproducción ¿con qué argumentos puede defenderse la negativa a que estas personas obtengan placer? Si se menciona que pueden ser víctimas de abuso, maltrato, explotación o que pueden tener desde embarazos no deseados a infecciones de transmisión sexual, vale la pena señalar que es indispensable brindar educación de la sexualidad a esta población con el fin de prevenir un sin fin de problemáticas y también para coadyuvarles a vivir en forma independiente, responsable y autónoma. Como en todos los ámbitos de la existencia los programas deben adecuarse a quienes los reciben y para ello quienes los imparten deben haberse capacitado en forma adecuada.

La fiebre del Viagra evidenció que una gran cantidad de varones tiene problemas eréctiles y si a esto agregamos el que muchas mujeres, nunca o casi nunca tienen orgasmos nos encontraremos que la sexualidad tiene múltiples facetas aun desconocidas. Una serie de falacias rodean al acto sexual, entre la más socorridas están las de que:

  • Sólo la gente joven es atractiva.
  • La belleza física es indispensable para conseguir pareja.
  • La única forma aceptable de ejercer el potencial erótico es casándose.
  • La masturbación es una depravación.
  • Las PNE son incapaces sexuales.
  • La gente con necesidades especiales no tiene deseos sexuales o en caso afirmativo no puede controlarlos.
  • Las PNE están tan resentidas que son incapaces de amar

Como podrá advertirse la mayoría de estas falacias se basan en supuestos o en intentos de anular la sexualidad de esta población.

No se vale exigir la sublimación sexual obligatoria a las PNE es preferible educar, formar, brindar opciones y asesorar a la gente en la resolución de sus problemas, pero ello exige trabajar desde la propia conciencia para contactar, humana y empáticamente, con estas personas.

Recordemos que los órganos sexuales más grandes e importantes son la piel y el cerebro, respectivamente, “no camino vuelo”, decía Gaby Brimmer. Para disfrutar de un encuentro erótico resulta mas indispensable la intimidad que la penetración y aún sin pareja se pueden alcanzar grandes satisfacciones siempre que no existan ni un ojo censor ni un dedo flamígero condenatorios.

Las manos deslizándose sobre la piel de la pareja sirven para dibujar su silueta; los tocamientos pueden efectuarse con aquellas partes del cuerpo susceptibles de movimiento. Las miradas, lo mismo que las palabras pueden transmitir dulces cuando no, cachondos mensajes. Dos cuerpos en proximidad pueden perder sus límites para juntarse en el territorio de la máxima sensualidad. Las bocas junto con todos sus elementos pueden recibir y brindar caricias sólo descritas en el Cantar de los Cantares. No es justo negar una de las características mas humanas a quienes teniendo diferentes problemáticas afrontan la vida con gran valor pese a los denodados esfuerzos de una sociedad hipócrita que les pone barreras al por mayor o les exigen reprimir sus deseos erótico sexuales.

Basta ya de marcar limites, mejor mostremos horizontes alcanzables para que la gente pueda elaborar sus propias propuestas. Capaz que nuestros paradigmas se hayan agotado o no funcionen en las PNE. Capaz que ellas puedan enseñarnos otras formas de amar y disfrutar que están al alcance, sólo, de quienes tienen la paciencia para disfrutar la lentitud de una caricia que puede intuirse donde empieza pero imposible saber cómo y dónde acabará.

Muchas gracias

Bibliografía:

  • Grijalbo Diccionario Enciclopédico.Barcelona, 1986.
  • Rubio, Aurioles, Eusebio. Introducción al estudio de la sexualidad humana. En: Antología de la sexualidad humana. Editorial Miguel Ángel Porrúa y CONAPO. México, 1994. Pág 36
  • Shíain, Leonard, El alfabeto contra la diosa. Editorial Debate. Madrid,1998 pág. 495