El tartufo

Moliére. Editorial Millenium.

México, 1999.

No hay que temerle a esta obra de teatro, lo señalo porque muchas personas se resisten a leerlas pues creen que enredarán, pero la realidad es que está tan bien escrita que de seguro la devorarán y la terminarán santiamén, aunque no sean católicos.

Resulta muy interesante que después de su estreno en 1664 estuviese censurada por más de tres años y es que, vaya UD a saber por qué, una gran cantidad de jerarcas de la iglesia católica francesa se sintieron aludidos, como dicen por ahí Los rumbos que toma la identificación son infinitos. ¿qué dirán los obispos y arzobispos más famosos de México respecto a esta obra? Bueno también podrían opinar los políticos, personajes famosos, y viéndolo bien… todo mundo.

Orgon (nada que ver con Wilhelm Reich), junto con su madre quedan cautivados por los piadosos discursos (pura pose y manipulación) de Tartufo, un hombre muy pobre, que sin embargo, tiene un criado (¡!); unas cuantas experiencias perfectamente aprovechadas por el antihéroe de esta obra hacen que Orgon (manipulable a más no poder) lo considere lo máximo, no sólo de la beatitud sino también de la modestia, sabiduría, justicia y humildad. Sin embargo, el resto de los personajes de la obra tienen otras percepciones que resultan radicalmente opuestas.

Llama la atención que Tartufo aparece en escena hasta bien avanzada la obra, es decir, en el teatro no lo ven, sólo se habla de él. Orgon y su madre para ensalzarlo, los demás para intentar desenmascararlo, pero cada vez que mencionan algo a Orgon y su madre, es como si chocaran contra un muro pues ellos hacen oídos sordos o lo consideran como un sin fin de estrategias elaboradas para perjudicar a un santo.

Tartufo maniobra para casarse con la joven hija de Orgon aunque también desea a la esposa de su protector, y es por ahí donde ocurre el desenlace que coloca a cada quien en su lugar, no sin antes estar a punto de dejar en la más absoluta de las miserias a Orgon y su familia.

Es una pequeña pero deliciosa obra que pinta de cuerpo entero a los hipócritas que pueblan este mundo.

Les invito a leer este pequeño clásico de la literatura universal porque estoy seguro de que no solo la disfrutarán sino que también aprenderán.

El Tartufo01

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