El amor en tiempos de la Diversidad sexual

Agradezco a Adilene Rivera por invitarme a compartir con UDS algunas reflexiones. Conferencia impartida en el Congreso CONAPEP, Puerto Vallarta, JAL. marzo del 2017

Sugiero que por unos instantes cierren los ojos, abran la mente, dejen que los recuerdos se muevan libremente y respondan en su interior, si se identifican con lo siguiente:

Desmayarse, atreverse, estar furioso,

áspero, tierno, liberal, esquivo,

alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,

mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

enojado, valiente, fugitivo,

satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,

beber veneno por licor süave,

olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaño;

esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Lope Félix de Vega y Carpio.

23 escasos siglos antes de que El ave de las tempestades, escribiera ese soneto, Hesíodo (¿700? aC) dijo que en el principio fue el Caos, luego Gea, el Tártaro y al final Eros

Eros de Lisipos (siglo IV AC)

“… el más hermoso entre los dioses inmortales, que afloja los miembros y cautiva de todos los hombres y todos los dioses el corazón y la sensata voluntad en sus pechos”. Suena lógico que se le describa como una de las primeras deidades pues resultó indispensable para poblar en primera instancia “El Olimpo”, pero posteriormente igual dejó sentir su influencia en nuestra especie.

Si bien se le describe como el dios del amor, del sexo y la fertilidad, para muchos autores su progenitura no queda del todo clara; algunos dicen que proviene de Afrodita y Ares; en cambio Platón (427-347 aC) señaló que era hijo de “Poros” (Abundancia) y de “Penia” (Pobreza) lo cual visto con detenimiento tiene bastante lógica. Para rematar esta introducción y como un aperitivo del tema en cuestión Eratóstenes (276-194 aC) afirmó que Eros es el patrón del amor entre hombres.

Papeles genéricos

La piñata. Carlos Orduña

Durante siglos, parte de la educación de la niña en los hogares incluía estrategias como los juegos, que la preparaban para en la adultez formar pareja y procrear una familia, debido a ello durante infinidad de años se encomió la maternidad a tal grado que para muchas féminas se constituyó como la más elevada meta de su vida. Dicha programación incluía esperar a que un hombre las eligiera, y aunque esto pueda sonar raro o increíble, quiérase o no todavía son más niñas que niños, a quienes les ilusiona casarse para tener hijos.

De manera similar, es decir desde hace innumerables años, los chicos sueñan con llegar a ser poderosos y dominar todo, eso incluirá tener muchas mujeres, sin que ello signifique un deseo para formalizar la unión, antes al contrario se especializará en rehuir. Quizás por eso, todavía en estos tiempos se espera que él sea el Sexperto; aunque como siempre ha ocurrido y es una especie de burla del destino, nadie le ha instruido en las artes eróticas.

En síntesis: “A los hombres se nos educa para conseguir la satisfacción inmediata e indiscriminada, en cambio, a las mujeres se les enseña que la sublimación del erotismo resulta más benéfica que su satisfacción” (Delfín, 1991).

Pero entrando en el tema en cuestión, el amor es un concepto muy manoseado, usado de forma indiscriminada, donde abundan las definiciones y existen tantos tipos que resultaría agotador enlistarlos, por ejemplo: Amor maternal, fraternal, filial, a la Patria, a sí mismo, amor de cabaret (Perdón esa es una canción, no apta para serenatas), al dinero, a dios, y un gigantesco etcétera. Pero en lo que coinciden la mayoría de los autores es en esperar que, el amor se le brinde a manos llenas a todas las criaturas, sin embargo, eso es una bonita idea que no siempre se cumple y sirven como recordatorio las palabras de Mario Benedetti: “No seamos sectarios: la infancia es a veces un paraíso perdido. Pero otras veces es un infierno de mierda”. Que no todo fue sensacional durante la infancia le queda claro a todo mundo, pero hay individuos que padecieron insultos, agresiones de todo tipo por no encajar en los papeles genéricos, es decir, en ser y comportarse como la sociedad espera, presiona y exige que lo hagan las niñas y los niños.

Preferencias sexuales

Cuando la persona se percata que no encaja en los papeles que la sociedad exige se cumplan, puede pasarla muy mal, y no sabe el por qué ni alcanza a vislumbrar con quién acudir para obtener una explicación o al menos algo de consuelo. Hace años, en un programa de televisión en Miami, el conductor chileno preguntó a su entrevistado: ¿Dígame UD desde cuándo se dio cuenta de que era homosexual?. El aludido respondió simple, pero contundentemente: Yo no me di cuenta de que era homosexual, me di cuenta de que no era heterosexual. Esto evidencia que las personas son de cierta manera, y por tanto resultan absurdas y agresivas las supuestas terapias de reorientación sexual.

Retornando al tema en cuestión, durante años se describió como normal o idónea a la pareja heterosexual unida en sacro matrimonio con fines reproductivos, sin embargo, quienes no encajaban en ese esquema eran mal vistos y combatidos a sangre y fuego, en torno a ello Fonseca y Quintero comentan:

“… las sexualidades periféricas están basadas en la resistencia a los valores tradicionales, y al asumir la transgresión muchas veces el precio que se tiene que pagar es el rechazo social, la discriminación y el estigma (Fonseca y Quintero, 2009). Una pregunta clave sería ¿que tan dispuesto estoy a manifestarme como soy y no como los otros quieren, desean, o exigen que lo haga? Las presiones llegan ser terribles, incluso criminales, pero es uno a final de cuentas quien debe elegir que hacer y quizás por ello vienen a mi mente las palabras dichas por ¿Dolores Ibarruri (La Pasionaria), Benito Juárez, Emiliano Zapata o el Che Guevara? “Más vale morir de pie, que morir de rodillas”. La autoría es lo de menos, lo importante es el significado que se le otorgue y si se lleva a cabo o no.

Una película por demás interesante y relacionada con el tópico analizado es:“El honor perdido de Christopher Jefferies (The lost honour of Christopher Jefferies)”, se trata de una historia real acerca de un profesor universitario de Bristol en el Reino Unido, acusado injustamente por el asesinato de una vecina. Fue sometido a un linchamiento mediático tan intenso que la gente de su comunidad lo tildaba de asesino, los argumentos en su contra fueron: “Es que es raro, su peinado y tinte de pelo son extraños, vive solo, quizás sea homosexual, es poco comunicativo, es petulante y…”. Visto en retrospectiva era un profesor intachable y ciudadano ejemplar, pero que prefería vivir aislado y a su modo. La policía igual sucumbió a la presión mediática y lo trató como culpable, hasta que apareció el verdadero asesino. Jefferies luchó con denuedo contra los medios de comunicación que lo estigmatizaron de tal modo que consiguió una compensación económica y una disculpa pública. ¿Qué tan factible sería demandar a los medios de comunicación en este país por los constantes ataques y hostigamientos contra personas de la diversidad sexual?

Esto que suena tan lógico requiere un buen conocimiento y aceptación de uno mismo, la consecución de ello llevará a que el individuo luzca como un ser íntegro y seguro de sí, lo cual le hará más agradable no sólo para conseguir pareja sino para interactuar con quienes le rodean.

A finales del siglo pasado Jeffrey Weeks escribió: “… el sexo en sí mismo no es ni bueno ni malo, sino un campo de posibilidades y potencialidades que deben juzgarse por el contexto en que ocurren. Así, abre camino a la aceptación de la diversidad como la norma de nuestra cultura y el medio apropiado para pensar sobre la sexualidad” (Weeks, 1993). Lo dicho por el historiador, sociólogo y activista del País de Gales puede hacerse extensivo al amor, que por cierto ha sido definido infinidad de ocasiones como el sentimiento más puro que puede existir y que por tanto sería ideal colmará a cada uno de los habitantes de este planeta, humanos incluidos.

Un tema que da para mucho, incluso para un congreso entero es el del enamoramiento o Limeranza como prefería denominarlo la Psicóloga estadounidense Dorothy Tennov (1928-2007), considero que conviene tenerlo en cuenta y tratar de establecer la diferencia con el del amor, porque el primero es arrebatador, intenso, espectacular, pero con una duración menor a dos años, en cambio el amor suele ser más calmo, pero también más duradero. Me recordaba mi amiga y colega Vicenta Hernández Haddad, que a principios de los ochentas yo sugería que no se casara la gente cuando estaba enamorada, porque el enamoramiento me parece una especie de obra de teatro donde un primer actor representa un papel para una primera actriz; no contentos con lo anterior revestimos a la otra persona, no con sus mejores galas sino con unas que jamás ha tenido y quizás nunca tendrá, para completar la fantasía la despojamos de sus defectos y por tanto roza la perfección, pese a la opinión de una gran cantidad de nuestros conocidos.

Al principio mencioné al filósofo de los hombros anchos (Platón) quien postulaba que los humanos proveníamos de los Andróginos, aquellos seres que tuvieron la osadía de pensar en luchar contra las deidades del Olimpo y que por tal razón Zeus los escindió, es por ello que desde entonces buscan con denuedo su complemento; de ahí viene también esa conseja de Buscar su media naranja, por muy romántico que suene no me convence y considero preferible buscar un humano íntegro con quien sea posible seguir creciendo.

Cuando se habla del amor un sin fin de conceptos complementarios acuden a la mente y entre ellos destaca lo relacionado con la maternidad. Frente a una relación lésbica, es muy factible que las almas piadosas digan a coro: “Atentan contra la más elemental y virtuosa de las características femeninas… ser madre”. Consideran imposible que pueda darse la preñez entre dos mujeres, y eso que hace muchos años la sin par Rosario Castellanos dijera en su poema Kinsey Report:

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A los indispensables (como ellos se creen)

los puede usted echar a la basura,

como hicimos nosotras.

Mi amiga y yo nos entendemos bien.

Y la que manda es tierna, como compensación;

así como también la que obedece

es coqueta y se toma sus revanchas.

Vamos a muchas fiestas, viajamos a menudo

y en el hotel pedimos

un solo cuarto y una sola cama.

Se burlan de nosotras pero también nosotras

nos burlarnos de ellos y quedamos a mano.

Cuando nos aburramos de estar solas

alguna de dos dos irá a agenciarse un hijo.

¡No, no de esa manera! En el laboratorio

de la inseminación artificial.

Pero en el supuesto de que se atrevan a decir que desean procrear igual serán condenadas bajo el argumento“Jamás porque de seguro a la criatura la harían lesbiana”. Más como dicen los abogados: “Aceptando sin conceder”, que lo anterior fuese cierto costaría mucho trabajo explicar porque de una pareja heterosexual nacen homosexuales y lesbianas.

Por increíble que parezca la situación se torna peor si la pareja de homosexuales manifiesta deseos de ejercer su paternidad ya sea de forma natural, por medio de la inseminación artificial o recurriendo a la adopción, en ese caso las sospechas y preocupaciones girarán en torno a: “De ninguna manera porque serían capaces de violar a esa criatura y la volverían homosexual como ellos”. Por fortuna los cambios, aunque de forma tortuosa y sobretodo lenta se están dando, como muestra de ello, en la CDMX lo mismo que en más de 25 países ya está legalizada la adopción para estas parejas.

A finales del siglo pasado Gayle Rubin dijo: “… (se) deberían juzgar los actos sexuales por la forma en que se tratan quienes participan en la relación amorosa, por el nivel de consideración mutua, por la presencia o ausencia de coerción y por la cantidad y calidad de placeres que aporta. El que los actos sean homosexuales o no, en parejas o grupos, desnudos o en ropa interior, libres o comerciales, con o sin video, no debería de ser objeto de preocupación ética (Rubin, 1984). Esto que luce como una perogrullada causó un gran impacto y todavía lo hace entre todas esa gente para la cual, lo único aceptable es la unión de un hombre y una mujer con fines reproductivos; el que se lleven bien, se respeten, se apoyen o vivan en armonía no tiene tanta importancia, como el que permanezcan juntos y se vean como una familia tradicional o como dicen en el vecino país del norte “Happy family”. Por eso y porque jamás se les dará gusto a la gente, es preferible pensar en lo que cada quien quiere y procurar no dañar a la persona con la que se establezca la relación, sin embargo, esto último es relativo porque todas las parejas tienen desavenencias; aunque lo interesante e importante es la forma como discuten o pelean los miembros de las díadas. Sin duda alguna, vale la pena que las desavenencias se encaren o afronten de forma leal y, por absurdo que parezca sin tratar de derrotar a la pareja; sugiero no pierdan de vista que conforman un equipo y que por lo tanto es preferible juntar los esfuerzos. Oj-Allah lo anterior quede más claro después de escuchar lo siguiente, relacionado con las uniones conyugales:

Uncir: atar o sujetar al yugo bueyes mulas u otras bestias.

Yugo: instrumento para unir a dos bueyes o mulas en una yunta, formado por una pieza alargada de madera con dos arcos que se ajustan a la cabeza o al cuello de los animales y que, se sujeta a la lanza de un carro o el timón de un arado, permite que tiren de ellos.

Como hijo de campesinos que algunas veces viajé en carretas, y sé que cuando cada buey jala por su lado, o uno de ellos no jala o ninguno de los dos se esfuerza, ocurre un verdadero desastre, si UDS concluyen que eso NO sólo sucede entre bueyes, habré conseguido mi objetivo.

Aunque en los matrimonios cristianos se estipula que la unión será Hasta que la muerte les separe, cada vez con mayor frecuencia terminan en divorcio, lo cual lejos de ser un fracaso puede ser una buena decisión. En contraste las uniones establecidas entre personas de la Diversidad sexual suelen ser de corta duración, signadas por la invisibilidad, lo cual si bien pudiera fortalecerla termina fastidiándola. Y es que emparejarse resulta difícil porque no abundan los modelos, no obstante, esto eso lejos de ser un obstáculo, a la larga puede resultar favorable pues permite construir de modo más libre y menos  estereotipado el modo de compartir, es decir, buscando la equidad, el respeto, la confianza y la armonía. Déjenme compartirles, que en diversos foros cuando he dicho: Por favor, levanten la mano aquellas personas a las que les gustaría formar una pareja como la de sus padres, casi todo mundo permanece con las manos en los costados, mirando con una sonrisa cómplice a quienes le rodean. Esto significa que abundan las oportunidades para mejorar las relaciones.

No estoy tan de acuerdo con considerar a la espontaneidad como la esencia de las relaciones, en realidad resulta de gran importancia el establecer reglas pues en la mayoría de las uniones, son tácitas lo cual de una u otra forma es una muestra de falta de responsabilidad. Más temprano que tarde y ante una determinada conducta inesperada para una de las dos personas, se escuchará el típico: Yo pensé, que tú pensabas igual que yo. Conviene hablar de todo lo que uno está dispuesto a hacer, pero de igual manera mencionar los límites, esto es aquello con lo que uno no está dispuesto a transigir.

Si la palabra regla les parece demasiado fuerte pueden recurrir a los acuerdos; retomando algunas ideas de Álex Grijelmo, escritor y periodista español notable conocedor de la lengua española, puede decirse que Acordar viene de Acorde, y la música está formada, entre otras cosas por los Acordes, estos se relacionan con la armonía por ello la música fluye; pero también la raíz Cord, se relaciona con la raíz indoeuropea Kerd que significa corazón, por lo tanto cuando Acordamos, actuamos de corazón a corazón.

A principios de los ochentas un especialista en pareja me dijo: Paco te voy a dar el secreto para vivir bien pareja; se necesitan sólo tres cosas: 1. Ceder, 2. Ceder y 3. Ceder. Con el paso del tiempo me he dado cuenta que tiene algo de razón, sin embargo, a mi me parece que es conveniente ceder por convicción, pero jamás por miedo o imposición.

Influencia cristiana

Cada vez con menor frecuencia observamos pastores arreando a sus rebaños de cabras u ovejas cuando les llevan a pastar; tan pronto comienza a caer la tarde retornarán y los encerrarán en el corral para protegerlos y controlarlos. Quizás por lo anterior me ha llamado la atención que varias religiones hagan uso de metáforas como las ovejas conducidas por un pastor, el cual les guía y protege, pero que a final de cuentas con inflexibles y a veces cruentas estrategias dirige su vida, aquí en la Tierra y hasta en el más allá. Lo anterior se relaciona con lo mencionado por Daniela Szuster: “Los seres humanos encarnamos un misterio, con riqueza y potencial inimaginable, ¿para que reducirnos a una identidad rígida? ¿para que reducirnos a creer que ya está escrito todo nuestro comportamiento y todas las maneras de deber ser? (Szuster, 2010). Parte de las respuestas serían: para que el individuo dude de sí mismo y por lo tanto sea manejable. Para que no se atreva a dudar y se resigne a obedecer, lo mismo que las ovejas. Para que no dé problemas ni haga cuestionamientos que pudieran contagiar a quienes le rodean. Para que viva en situación de eterna dependencia, agradeciendo las migajas que se le brinden de vez en cuando.

El chiste es conseguir que la gente se sienta mal y en deuda si se atreve a desobedecer los mandatos de su familia, sociedad y a final de cuentas de su religión.

El ala más conservadora de la sociedad se erige como paradigma de la perfección, y dictamina las reglas del juego estipulando que las parejas deben estar formadas sólo por un hombre y una mujer; pareciera que no hay ni para donde hacerse; según estos grupos el amor puro, sólo acontece cuando la unión es entre él y ella, cobijado tanto por el manto de la heterosexualidad como de la reproducción. De un sólo tajo eliminan la posibilidad de que el amor pueda surgir en el ámbito de la Diversidad sexual. No obstante, coros de voces cada vez más numerosos se han dejado escuchar desde diferentes ámbitos, a veces de forma tímida, con gran frecuencia encubierta o camuflada, pero igual manifestando su SER pese a las consecuencias que en ocasiones han llegado a ser fatales.

Diversidad sexual

Un escritor que destacó por su inteligencia, autor de obras de teatro, poeta, esteta y agudo crítico de su sociedad dejó páginas inolvidables y pensamientos que la gente repite con placer, pero igual fragmentos que retratan a la perfección sus padecimientos:

“Amor es en consecuencia, el nombre para el deseo y la persecución de esa integridad”. “Nuestra raza sólo podría llegar a ser plenamente feliz si lleváramos el amor a su culminación y cada uno encontrara el amado que le pertenece retornando a su antigua naturaleza”. “Pero voy a la cárcel, de todos modos, por la revista estudiantil de tu amigo y «el Amor que no se atreve a decir su nombre”. Así se expresaba Oscar Wilde allá por 1897 y durante mucho tiempo una gran cantidad de personas sintieron la necesidad de actuar de forma semejante, es decir, desde clóset por considerar que esa estrategia les permitía sobrevivir, sin darse cuenta que ello, quiérase o no fortalecía la homofobia o para ser más exactos la fobia a la diversidad sexual.

Precisamente por ello infinidad de personas, de manera gradual han conscientizado su situación y aceptado que nada hay de malo o patológico en su esencia, en su forma de ser aunque difiera de la heterosexualidad. Enfrentando infinidad de trabas, muchas de los cuales residían más en su mente que en su cerebro y otros obstáculos, que grupos conservadores de la sociedad erigen con singular alegría, esta gente disidente se atreve a alzar la voz y a exigir lo que les corresponde porque simple y sencillamente son seres humanos, y es que de acuerdo con Sánchez “La diversidad sexual es la expresión de una resistencia activa que ha decidido tomar las calles, las tribunas, los espacios legislativos para exigir el reconocimiento de sus derechos: vivir su sexualidad libre de violencia; decidir con quien compartir su vida y práctica sexuales; y manifestar públicamente sus afectos” (Sánchez, 2009). Está claro que los cambios no suceden por justos que resulten; la estrategia del avestruz (por cierto nunca comprobada), lo único que consigue es que las situaciones desventajosas se conserven y que sean esgrimidas como prueba de la maldad que encierran en sí mismas. Por ello, resulta preferible e indispensable no avergonzarse de lo que uno es, pese a que dicha postura resulte desagradable e incómoda para la gente conservadora aun cuando una gran cantidad de tales censores pertenezca a la propia familia.

Cambia, todo cambia

En tiempos relativamente recientes el tema de la homosexualidad y un poco menos el de la diversidad sexual,  han sido llevados, tanto a la pantalla grande como a la chica; en ésta última la mayoría de las veces el gay era un personaje al cual se podía ridiculizar entre otras cosas porque era bastante tonto. Llama la atención que, todavía, muchos comediantes famosos se travisten y jotean con singular alegría. Pero es notorio que de manera gradual las cosas comienzan a modificarse pues como señala Martínez: “La ficción literaria (hoy a menudo transmitida en forma audiovisual) ha ido abriendo los caminos de la imaginación para que muchos de quienes jamás abrían podido contemplar la visión de dos hombres expresándose su amor tuvieran la ocasión de, abiertos los ojos, abrir también su mente (Martínez, 2011). Esta es una de las bondades del buen uso de los medios de comunicación masiva; pese al temor de muchos no se busca hacer apología de la diversidad sexual, sino de tratar temas que han sido silenciados, deformados y satanizados durante siglos. Las vidas de los personajes muestran que son más parecidos que diferentes al resto de los mortales y que por tanto todas aquellas cosas que se afirmaban respecto a ellos estaba plagado de prejuicios.

Prohibido prohibir

De manera similar a Donald Trump, las almas pudibundas intentan levantar un muro infranqueable para que el amor no se contamine, con el menor roce de quienes pueblan la Diversidad sexual, ignorando que los muros se pueden franquear por arriba o por abajo y hasta derrumbarse, “Remember Berlín”.

Hace un par de días vi una película que me pareció por demás interesante: “Papa: Hemingway en Cuba”. Narra la relación entre un joven periodista en busca de una figura paterna y el ganador del Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway (1899-1961), extraordinario escritor, que padeció depresión crónica, alcohólico y paranoico, sin embargo, debe quedar claro que muchos paranoicos también pueden ser objeto de persecución. Pero esto viene a colación porque una frase me estremeció:

“El único valor que tenemos como humanos son los riesgos que asumimos”. A muchos podrá parecerle extrema, pero hablando de postura frente a la vida y en este caso frente al amor me parece que encaja a la perfección, recordemos que mucha gente se casa Para taparle el ojo al macho, renunciado a su SER y desencadenando una serie de consecuencias inimaginables, entre las cuales destacan las relacionadas con la Ética. Pero hay otras personas que deciden ser leales y congruentes con ellas mismas, sin importar los avatares que deban superar. En los asuntos amorosos de igual forma se manifiestan, es decir, no disimulan y mucho menos se ocultan, son capaces de dar y, por supuesto esperan se les corresponda.

Luis Armando y Xabier

Quiero terminar señalando lo que el amor significa para mi: Se trata de un conjunto de sentimientos y valores despertados o provocados por una persona a la cual se le ofrecen o se le brindan; sobresalen la lealtad, el cariño, el respeto, la confianza, el deseo de compartir, el disfrute de su compañía, la atracción física, intelectual, afectiva y erótica. Lo ideal es la existencia de reciprocidad, pero ésta no puede exigirse, de modo que si no surge lo mejor es retirarse. Es más factible que el amor surja en la medida que la pareja se conoce y eso se consigue si se practica la autenticidad. No debe perderse de vista que el amor puede, por muy diversos motivos disminuir y hasta desaparecer, en esas circunstancias lo más conveniente es separarse en buenos términos, por muy doloroso que sea. Todo esto que he descrito no es inherente a un sexo o a una preferencia u orientación sexual, en realidad se trata de potencialidades susceptibles de desarrollarse en cualquier humano.

En síntesis, el amor en la Diversidad sexual en lo único que difiere del amor del resto de los mortales, es que requiere más aceptación por parte del propio SER y valor para atreverse a vivirlo como se merece.

Muchas gracias.

Bibliografía

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  • Fonseca Hernández Carlos y Quintero Soto María Luisa. La teoría Queer: La de-construcción de las sexualidades periféricas. Sociológica. Vol. 24. México, 2009

  • Martínez Expósito Alfredo. La literatura gay española y el lugar de los estudios culturales. Lectora (d) revista de dones i textualitat. 2011

  • Rubin Gayle. Reflexionando sobre el sexo: notas para una teoría radical de la sexualidad. www.cholonautas.edu.pe/ Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales.

  • Sánchez Olvera Alma Rosa. Cuerpo y sexualidad, un derecho: avatares para su construcción en la diversidad sexual. Sociológica (México) Vol. 24. No. 69. enero/abril, 2009.

  • Szuster Daniela. ¿Sexualidad normal/sexualidad patológica? Análisis de la concepción de sexualidad dicotómica del psicoanalista Otto Kernberg. Revista de Ciencias Sociales.  

  • Weeks Jeffrey. El malestar de la sexualidad. Significados, mitos y sexualidades modernas. Talasa, Ediciones, Madrid, 1993

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