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Ceguera no es sinónimo de asexualidad.

Me invitaron a dar esta conferencia en los noventas de modo que algunos datos han cambiado, Oj-Allah me compartas aquellos que detectes.

” Por favor, puedes decirme que camino debo tomar” pregunta Alicia, perdida en el País de las maravillas, al gato de Cheshire.

Eso depende de a dónde quieres ir – dijo el gato.

La verdad es que me da igual… – dijo Alicia.

Entonces no importa que camino tomes… – dijo el gato.

…siempre que llegue a alguna parte – añadió Alicia a modo de explicación.

Oh, de eso puedes estar segura, – dijo el gato – si andas lo suficiente.

Los antecedentes.

Cuando indagamos sobre teorías respecto al origen del Universo encontramos que dos grandes grupos brillan con luz propia, los religiosos y los científicos; del primero destacan los judíos quienes fijan la creación en el año 3.768 A. C. Por otra El arzobispo James Usher (anglicano) consideró que tal evento ocurrió el 22 de octubre de año 4,004 A. C. sus cálculos los efectuó contando las generaciones desde Adán y Eva hasta la época en que él vivió. En cambio, los teólogos de la Iglesia Ortodoxa Griega dicen que la creación se remonta al año 5,008 A. C.

Sin embargo, las cifras de los científicos varían, de las antes mencionadas, en muy alto grado, por ejemplo, se considera que desde la Gran Explosión o Big Bang hasta la actualidad han transcurrido unos 14 mil millones de años, bajo esa misma tónica la edad del sistema solar se calcula en unos 6,000 millones de años y la de nuestro planeta en 4.700 millones de años. Puesto que los números anteriores resultan muy difíciles de manejar, Carl Sagan tuvo la genial idea de compactar en un calendario de un año, los hechos (a su juicio) más importantes desde el origen del Universo; a continuación se presentan sólo algunos datos:

La gran Explosión (Big Bang) 1° de Enero
Origen de la Vía Láctea 1° de Mayo
Origen del Sistema Solar 9 de Septiembre
Formación de la Tierra 14 de Septiembre
Origen de la Vida en la Tierra 14 de Septiembre
Aparición del Sexo en Microorganismos 1° de Noviembre
Primeros Gusanos 16 de Diciembre
Primeros Peces 19 de Diciembre
Animales Terrestres 21 de Diciembre
Reptiles 23 de Diciembre
Mamíferos 26 de Diciembre
Primates 29 de Diciembre
Aparición del Primer Ser Humano 31 de Diciembre a las 22:30 horas.
Invención de Agricultura 31 de Diciembre a 23.59.20 Horas.
Nacimiento de Jesucristo 31 de Diciembre a 23.59.56 horas.

(Sagan, 1979)

Todo lo anterior viene a colación para enfatizar que si bien los orígenes de lo existente son tan antiguos, que resultan difíciles de imaginar, la reproducción de los seres vivientes estaba asegurada desde mucho antes de la aparición del sexo;, recuerden la existencia de otras formas de reproducción distintas a la sexual. Otra cosa digna de resaltar es, que nuestra especie es muy nueva comparada con otras, no obstante lo cual, destaca entre ellas por meditar en torno a sus orígenes.

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El sexo aparece en escena para permitirle a los organismos una mayor variedad en su descendencia, aunque justo es mencionar que las mutaciones también permiten cambios en organismos asexuales, aunque a un ritmo bastante menor; esos organismos, adaptados a sus nichos ecológicos tenían la existencia asegurada, sin embargo, en caso de ocurrir cambios radicales en ese ambiente, tales individuos podían desaparecer. Después de miles de años algunos organismos intercambiaron su material genético y luego de tal maniobra, ellos mismos se modificaron, por elemental lógica su descendencia también cambió; se me hace como cuando se juega dominó, en que las fichas se revuelven se reparten y la mano será diferente a la anterior.

Más adelante apareció el sexo tal y como lo conocemos, es decir: se mezclaba material cromosómico de un macho y una hembra, de esa unión surgía un individuo con características de uno y otro, pero diferente a sus progenitores. Hay quienes afirman, que idealmente esos cambios posibilitaban mejoras para su adaptación, no obstante, Stephen Jay Gould nos coloca más cerca de la realidad: “… Darwin argumentaba que la evolución carece de propósito (Jay Gould, 1983). La selección natural se concibe como una selección de formas estables y un rechazo de las inestables.

Entre las especies diferentes a la humana, el sexo tiene como objetivo fundamental la reproducción y con muy escasas excepciones es la hembra la que escoge al macho y cuida de la descendencia (según autores como Wilson, Dawkins y Barash) porque a ella le corresponde una mayor inversión para la supervivencia de sus genes; probablemente por eso la cópula sólo existe en los períodos de celo, estro o brama, épocas en que las probabilidades de ser fertilizada resultan muy altas. Pero si la hembra va a efectuar una inversión tan importante (el óvulo es de mayor tamaño que el espermatozoide) no debe embarazarse con gran frecuencia ya que debe cuidar de su descendencia. Si lo ideal es que se junte con el mejor, entonces gracias a la selección sexual, la hembra escogerá en primera instancia al individuo más atractivo. Esto implica por ejemplo, que un pavo real con cola larga y de colores brillantes cumpla con esa condición; lo que aquí luce tan lógico y sencillo no lo es tanto porque ese plumaje tan espectacular igualmente atraerá sus depredadores, quienes lo verán más fácil y a mayor distancia, que a otros de rasgos más discretos, aunque quizás por ello mismo deje menos descendientes. En otras ocasiones la hembra se unirá con el más fuerte, el que haya derrotado a otros galanes, esto condiciona una selección natural de los genes y da pie a quiénes afirman que la promiscuidad de los machos en todas las especies se debe a un imperativo biológico. Si bien esto ocurre en un gran número de especies, no tiene ninguna base científica para extrapolarlo a la humana, aunque las controversias han sido y siguen siendo muy intensas. Muchos afirman, que al estar  genéticamente determinada la

promiscuidad no se les puede culpar de sus andanzas, pues resulta inevitable. Otros (románticos) señalan que la fidelidad, al alojarse en nuestros genes ha permitido nuestros avances; prefiero pensar que la promiscuidad es un rasgo inherente a nuestra especie, esto es contamos con esa potencialidad y el individuo decidirá si la pone en práctica o no.

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Hasta aquí , los ejemplos resultan atractivos para el macho que logra ayuntarse, pero existen otros a los que no les va tan bien en lo individual, aunque eso no impide que dejen descendencia. La viuda negra (Lactrodectus mactans) es un arácnido de cuerpo globoso (un centímetro de diámetro), propio de las regiones tropicales americanas cuya picadura es muy venenosa. Como en la mayoría de los arácnidos la hembra es de mayor tamaño que el macho; ninguno de ambos especímenes tiene órganos genitales externos. Cuando se da un encuentro sexual, el macho introduce una de sus antenas (pedipalpo) en su agujero abdominal y lo carga de semen (espermatóforo), después de lo cual intensifica la búsqueda de la hembra; pero a éstas se les denomina viudas negras con todo merecimiento. Casi siempre están hambrientas, de modo que cuando nuestro romántico viajero se acerca a la conquista con regalos (insectos envueltos en seda) y trucos (amarrar a la hembra, detenerle las patas, acariciarla hasta ponerla en una especie de trance hipnótico), no son pocas las ocasiones en que tales estrategias no funcionen y después de haber recibido el semen en su agujero genital, garantizando la fecundación, termine el encuentro sexual con la ingestión de una buena cantidad de proteínas que no son otra cosa que el pequeño macho.

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La santateresa (Mantis religiosa), es un insecto que mide, aproximadamente, seis centímetros de longitud, vive en las regiones templadas del viejo continente; de color verde; tiene unas poderosas patas delanteras que parecen pinzas y se alimenta de insectos más pequeños. Debido a que permanece quieto con las patas delanteras replegadas algunas personas pensaron que el animal oraba, pero para desconsuelo de ellos, no es cierto. También entre estos animales el macho es de menor tamaño que la hembra y cuando copula con ella, en ocasiones la amante le cercena la cabeza para  devorarla con toda tranquilidad, mientras el resto del cuerpo del macho, liberado de los centros nerviosos superiores se mueve frenéticamente. Sin duda alguna este es el ejemplo más dramático de lo que puede ocurrirle a quién pierde la cabeza por otro.

Con violencia o sin violencia, con cortejos largos o cortos, compitiendo o no, los encuentros sexuales entre los irracionales se efectúan en forma estereotipada. Los estímulos de una hembra en celo despertarán el comportamiento de cópula de los machos, que por otra parte siempre están listos para entrar en acción.

El instinto podría definirse como una serie de comportamientos innatos, automáticos, involuntarios y no modificables que ocurren ante la presencia de un determinado estímulo. Del mismo modo, el comportamiento innato es aquel que no ha sido cambiado por procesos de aprendizaje.

La evolución de las especies fue consecuencia de la evolución de los diversos aparatos y sistemas que conforman a los seres vivos. Considerando al sistema nervioso, como un paradigma de tal proceso, nos enteramos que algunos organismos tuvieron dos tipos de células principales, las musculares capaces de contraerse y efectuar un trabajo y las nerviosas (neuronas), cuya super especialización las llevó, a tener como funciones principales: la transmisión de mensajes, por medios electroquímicos. Poco a poco, las células sensitivas fueron alejándose del exterior, dejando una serie de prolongaciones y concentrando sus cuerpos en núcleos o ganglios, que en el interior del organismo corrían menos peligro. Tales cúmulos de neuronas fueron creciendo al concentrarse en una región conocida como cerebro; de ellas partían las órdenes, que hacían de los animales seres con diferentes conductas. Cuanto más evolucionados los organismos más plástica se torna su conducta. Retomando términos ya analizados puede señalarse que los reptiles tienen un comportamiento básicamente instintivo, es decir, sus conductas son hasta cierto punto predecibles. El cerebro de esos animales contiene neuronas que se relacionan (de preferencia) con aquellas actividades, que son fundamentales para la supervivencia: reflejos, ritmo cardio-respiratorio y control de la temperatura, entre otras. Miles de años más adelante apareció otro invento de la naturaleza, el sistema límbico, este es un conjunto de neuronas que tiñen de emoción los comportamientos, es decir, los animales que tiene esta estructura experimentan: ira, ternura, odio, celos, etc., ejemplos abundan: perros que demuestran su alegría moviendo la cola o su miedo poniendo la cola entre las patas, demostraciones similares pueden observarse en: gatos, caballos, leones. Pero es el ser humano donde el sistema nervioso alcanza un desarrollo por demás interesante ya que la corteza cerebral y los lóbulos frontales permiten el ejercicio de actos volitivos, la conciencia y la posibilidad de observarse a sí mismo.

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Paul Mac Lean argumentaba que el ser humano tiene en realidad tres cerebros, que no habían podido evolucionar para tener continuidad, motivo por el cual, a veces, actuaban casi en forma independiente, no obstante, la mayoría de las veces se manifestaba una jerarquía de funciones de acuerdo a la distribución arquitectónica: cerebro reptil (médula y bulbo), sistema límbico (hipotálamo, amígdalas cerebrales) y la corteza cerebral (neocortex). Esto implica que podemos tener deseos teñidos de emociones, pero su consecución la intentaremos de acuerdo a los convencionalismos sociales del lugar donde nos encontremos.

Nuestro cerebro contiene más de 100,000 millones de neuronas, número mayor que todas las estrellas de la Vía Láctea; algunas de esas células son sensitivas, otras motoras y la inmensa mayoría son internunciales o de asociación; lo cual le confiere una gran plasticidad a nuestra conducta y se constituye, también, en el sustrato de la inteligencia.

Lo antes descrito luce muy sencillo, pero en realidad hace cuatro millones de años vivían unas criaturas casi humanas en el África del Sur, denominadas Australopithecus; su cerebro era un tercio del que tenemos; su altura apenas alcanzaba el 1.20 metros y con trabajo debió pesar 50 kg. Pero de esta (aparentemente) débil criatura provenimos. Las y los antropólogos demostraron que estos seres evolucionaron poco a poco pero quizás uno de los cambios más importantes fue que al comenzar a caminar en dos patas quedaron libres las manos para elaborar instrumentos que más tarde se emplearon para fabricar otras herramientas. Más adelante inventaron el lenguaje que les permitió transmitir los conocimientos adquiridos, en una palabra había nacido  nuestra especie que después de varios ensayos desembocó en lo que en la actualidad somos o presumimos ser Hommo sapiens sapiens, aunque por desgracia no siempre hacemos honor a tan importante y pomposa denominación.

Entrando en materia     

&& 5 && Unos cuantos
Ilustración de Mario Ortíz Martínez

Vivimos en una época en la que hablar de sexo está de moda pero eso, no siempre ha ocurrido. Cuando en 1886 el psiquiatra criminalista, Richard von Krafft-Ebing publicó su obra cumbre: Psicopatía sexual donde describía las conductas de criminales sexuales puede considerarse que nace la Sexualogía. En términos generales puede afirmarse que en esa época abundaron las conductas gazmoñas en torno a todo aquello relacionado con la sexualidad. Se consideraba de mal gusto abordar dicha temática y desde luego a los niños les estaba vedado cuestionar algo al respecto. Pese a ello o quizás por eso un grupo de Pioneros publicó lo que desde siempre ocurrió en diferentes culturas, su intención fue eminentemente científica, aunque no siempre consiguieron escapar a las influencias de su tiempo. Destacan entre estos científicos:, Henry Havellock Ellis, Iwan Bloch, Magnus Hirschfeld, Albert Möll, Sigmund Freud y Wilhelm Reich entre otros. Pasado el primer tercio del siglo XX justo es mencionar a: Serrano Vicéns, Asayama, Kinsey, Masters, Kaplan, Hunt, Money, Benjamin y otros.

De acuerdo con la mayoría de estos autores el sexo es un concepto biológico que hace referencia a una serie de características físicas determinadas genéticamente y que establecen la diferencia entre machos y hembras.

Las cosas han cambiado tanto que diversas investigaciones  han demostrado que es falso aquello de Anatomía es destino. La realidad es que, los seres humanos al nacer tan desvalidos necesitan recibir cuidados durante varios años; en ese lapso se le enseñan y aprende un cúmulo de cosas que marcarán en forma por demás importante el temperamento con el que ha nacido; la convivencia con otros humanos incidirá en lo que será su carácter y de esas interrelaciones emergerá un individuo con una personalidad propia. Muy lejos han quedado los instintos que encerraban a los organismos en unas cuantas formas de comportamiento. El ser humano aprende como debe de comportarse. Desde antes de su nacimiento, sus padres ya han elaborado una serie de expectativas respecto a como será su hijo, porque aún en la actualidad se espera que el primero sea varoncito. Desde el nacimiento se le carga de acuerdo a su sexo, de forma brusca y descuida si es varón o con todo cuidado si se trata de una mujer. Existen colores, nombres y juguetes considerados como propios para cada género.

Mucha gente se queja de la no existencia de educación sexual en nuestro país, la realidad es que si la hay aunque, la menos adecuada es la más abundante. Este tipo de educación se brinda de manera informal a cada instante; cotidianamente se refuerzan ciertas conductas como propias del varón y se le estigmatiza en cuanto hace algo que se cree sólo las mujeres pueden realizar. Los mitos y tabúes están vigentes aún en esta era en que la tecnología tiene un alto grado de sofisticación. La educación que recibimos e impartimos es subjetiva, porque en muy raras ocasiones se sustenta en hechos científicos. Puede afirmarse que nuestra época es orgasmomaniaca e hipergenitalizada. No obstante, debe tenerse mucho cuidado al emitir juicios en torno al verdadero significado de esto, como señalaba Foucault, la sexualidad se ha reprimido para controlar a los individuos y esto puede lograrse impidiendo toda mención hacia dicha temática o hablando mucho sobre ella pero haciéndolo de tal modo que suene como algo sucio o pecaminoso; a los niños, en términos generales no se les habla sobre sexo; los nombres de sus genitales son suavizados con eufemismos que en no pocas ocasiones generan confusiones. El que los padres no hablen sobre sexualidad a su prole, se debe en primer lugar a que no tienen un conocimiento objetivo sobre la materia; evaden la responsabilidad esperando que sea en la escuela donde los profesores aborden tan peliagudo tema, cosa que no siempre ocurre en vista de que dicha disciplina no apareció, sino hasta fechas muy recientes en los planes de estudio de algunas instituciones pedagógicas.

Pese a los grandes avances científicos y tecnológicos, un gran número de personas manifiestan que los varones deberán prepararse para triunfar, conquistar y mantener una familia mientras que la mujer deberá prepararse para ser una madre ejemplar. Aún gravitan las palabras de Simón de Beauvoir: La mujer no nace, se hace.

Es evidente que en el ser humano el sexo sirve también para la reproducción, pero lo cierto es que en muy pocas veces tiene ese único objetivo. De acuerdo con varios investigadores (Ueno, Kinsey, Pomeroy, Gotwald, Golden) en la inmensa mayoría de los casos cuando las personas tienen un encuentro erótico-sexual lo que buscan es obtener (y a veces dar) placer. Contemplados bajo este enfoque se espera que hombre y mujer se casen, tengan hijos y formen una familia cuyos descendientes harán lo mismo por los siglos de los …, claro siempre y cuando sean normales pero ahora pasaremos a la etapa final.

SOBRE LA SEXUALIDAD       

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Cuando eres padre 
tu hijo es un ser humano TOTAL
así que nace
y un ser humano total
quiere decir tener consciencia de ser un muchacho
o una muchacha
en época muy temprana.
Cuando eres padre
Tu hijo es un ser humano total el mismo día que nace.
A veces pasa tiempo antes de advertir su deficiencia, 
mucho tiempo tal vez.
¿ Qué ha ocurrido entre tanto ?
Tú lo has acariciado, abrazado, besado, sostenido en brazos,
y él o ella ha comenzado a conocer cuan grato 
es el contacto, la intimidad,
a ser consciente de que tiene un cuerpo,
a sentir orgullo de su cuerpo,
y esta consciencia de su sexualidad es la base
del concepto total de su ser.

A veces, cuando los padres descubrimos el retraso,
forzamos el desarrollo intelectual,
pero nos olvidamos de la sexualidad
que puede expresarse de tantas maneras:
la Danza, el Arte, la Amistad, el Compañerismo, el Amor.

Lo que necesita más el niño es sentirse a gusto,
para que se abran ante él las avenidas de esperanza,
de expansión,
para mirar a los demás y consolidar
la Amistad y el Amor.

LATTE E. MOISE                                                              Madre – Maestra 1972

Las personas con necesidades especiales (PNE)

Cuando en 1981 se celebró el Año Internacional del impedido, se calculaba que uno de cada diez humanos encajaba en tal denominación, es decir, el número aproximado era de 450 millones de PNE a nivel mundial; la cifra es en verdad espeluznante y más aún si se piensa que muchas de esas deficiencias podrían haberse evitado. El que tal evento se llevase a cabo fue sin duda un reconocimiento a los esfuerzos  de las diversas Asociaciones de Padres de familia que desde 1950, sobre todo en Suecia, lucharon para que sus hijos (deficientes mentales), fuesen reconocidos como ciudadanos con plenos derechos. También vale la pena mencionar al sueco Bent Nirje, el primero en escribir sobre el tema de la Normalización, a más de participar en la promulgación de ley de Normalización aprobada por el Parlamento Sueco en 1968, el propósito de la cual era poner a disposición de las PNE, las condiciones y formas de vida más parecidas a las circunstancias y estilo de vida vigente en la sociedad.

Justo es mencionar que fue en Suecia donde se hicieron estos avances que más adelante repercutieron en el terreno erótico-sexual, no sólo de los deficientes mentales, sino también en las otras atipicidades. El auge comenzó en 1970, cuando diversos pensadores señalaron que esos individuos tienen el mismo derecho que el resto de la población a las actividades sexuales. Enfatizaron que deben aprovecharse al máximo sus capacidades, y que tienen los mismos derechos y obligaciones que los demás, hasta donde esto sea posible.

Los suecos desarrollaron programas donde se pusieron como metas las siguientes:

  1. Que las personas con necesidades especiales (PNE) vivieran lo más normalmente posible en su propio espacio y en un grupo reducido.
  2. Que en el medio hubiese hombres y mujeres.
  3. Brindarles la oportunidad de ensayar actividades y formas de vida adulta.
  4. Que fuesen independientes.
  5. Que pudieran vivir en pareja si así lo deseaban.
  6. Ayudarles a decidir el tener hijos o no.
  7. Comprender lo que implica el casamiento y ayudarlos a conseguirlo a aquellos que se mostrasen interesados.
  8. Si bien la esterilización fue aceptada desde finales de 1976, la intervención concreta fue en el sentido de explicarles en un lenguaje adecuado en que consistía el procedimiento para que de esa forma supiese las ventajas y desventajas de tal operación; quizá lo más importante fue que dejó de ser un acto unilateral.
  9. El derecho al aborto lo obtuvieron en 1975.
  10. La educación de la sexualidad debe impartirse a los niños con necesidades especiales al mismo tiempo que a sus coetáneos.
  11. Deberá tratarse con ellos cuestiones directamente relacionadas con su condición específica.
  12. Apoyarlos para que afirmen su identidad sexual en vez de que la repriman.
  13. Propiciar discusiones francas y realistas sobre los efectos que producen las diferentes minusvalías en la en la cotidianeidad y vida sexual.
  14. Asesoría impartida por médicos y/o psicólogos.
  15. Que comprendieran que es posible tener una vida rica sin necesariamente formar un hogar (tradicional), ni tener hijos.
  16. Conscientizarlos de sus propias limitaciones y ayudarlos a desarrollar sus cualidades.
“Horca y hoguera a indios nobles e idólatras”. Crónica de Tlaxcala, 1585. Museo de la Memoria en Tlaxcala.
“Horca y hoguera a indios nobles e idólatras”. Crónica de Tlaxcala, 1585. Museo de la Memoria en Tlaxcala.

Todo lo anterior suena muy interesante pero también mueve a la reflexión el constatar que hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX es cuando se atreve el discurso a incursionar en la posibilidad de que las PNE ejerzan su potencial erótico-sexual. Una posible explicación pudiera ser que, las actitudes represivas de la iglesia católica occidental en torno a la sexualidad, al catalogarlas como pecaminosas y dañinas para la salud cuando no se dan en el matrimonio se hayan intensificado al tratarse de los impedidos. Piénsese en la gran cantidad de daños, que afirman ocasiona la masturbación y dicho esto incluso por algunos profesionales de la salud. Recuérdese que han manejado la procreación como el principal objetivo del matrimonio y en vista de que las PNE pueden tener hijos que hereden su problemática se ha optado por prevenir tal evento. No obstante lo anterior, es necesario mencionar que no siempre el problema es de orden hereditario y en el caso de que así fuese no debemos pasar por alto la existencia de anticonceptivos.

Algo que debemos tener bien presente es que en nuestro país también existieron pioneros de la Sexualogía, recuérdese que la propuesta del maestro Narciso Bassols de impartir educación de la sexualidad desde la escuela primaria fue bloqueada por grupos reaccionarios, esto sucedió a finales de los treintas. Por  desgracia, esos grupos aún tienen seguidores, son ellos quiénes se oponen a las campañas del condón para prevenir el la infección por el VIH. La política de México se había caracterizado por ser de orden poblacionista, pero en los setentas, posterior a una reunión del Club Roma en Bucarest se manifestó una honda preocupación por el crecimiento poblacional; es de esa época cuando surgen mensajes como: La familia pequeña vive mejor. Surgieron ofrecimientos de los países industrializados para brindar apoyo en materia de anticoncepción. Para que los resultados fuesen óptimos tuvo que darse una apertura en los libros de texto y las clases de primaria; por fin se había aceptado (de manera oficial) impartir educación de la sexualidad en las escuelas. Por esos tiempos se creó el Consejo Nacional de Población (CONAPO), donde laboraron una serie de profesionistas de diversas especialidades quienes diseñaron las pautas a seguir (a nivel nacional ) en lo tocante a sexualidad y anticoncepción; el esfuerzo de muchos estudiosos de la Sexualogía en México se vió coronado en 1979, año que se celebró en el D.F. el IV Congreso Mundial de Sexología.

Las noticias sobre la educación de la sexualidad de PNE llegaron a nuestra patria y conmocionaron a ese sector de la población que adopta posturas maniqueas respecto al ejercicio de la sexualidad de ese amplio sector de la población. Con un estilo totalmente esquizoide los describen como angelitos, niños inocentes y eternos infantes en cuyas cabecitas jamás se alojarán pensamientos lujuriosos o los ubican como monstruos sedientos de lujuria, violadores consuetudinarios, seres infrahumanos capaces de efectuar cualquier crimen.

El que las PNE adopten actitudes infantiles se debe a que así se les educa, quizás porque es más fácil manejar a un niño que a un adulto y también porque se sigue pensando que los niños son seres asexuados.

Tres han sido las principales rutas para el abordaje de la educación de la sexualidad de esta población:

  1. Eliminar los intereses sexuales: Una gran cantidad de quienes han trabajado con este grupo, en algún momento han pensado que es el mejor o el único camino a seguir, aceptando para validar lo anterior numerosas racionalizaciones. En nombre de la moral se ha justificado que adoptemos actitudes escoptofílicas (espiar) a esa población con fines de control. En una sociedad como la nuestra, es muy factible que los padres se pregunten cuál de sus transgresiones pasadas ocasionó tal daño a su descendencia.
  2. Tolerar los intereses sexuales: Es una corriente surgida por los años sesentas del siglo pasado, la cual habla de derechos y obligaciones pero en el fondo el individuo vive una especie de gheto (apartado), sin incorporarse en realidad a la sociedad.
  3. Cultivar intereses sexuales: Se  considera a la sexualidad como una de las grandes experiencias de la vida y se intenta cultivar los talentos que posean. El resultado es un enfoque en el cual el sujeto será independiente, responsable y autónomo.

Quiérase o no la sexualidad es una parte inherente a todo ser humano independientemente de su edad, género, religión, escolaridad, posición socioeconómica, raza, etc., y la preocupación por el adecuado funcionamiento del potencial erótico-sexual, debiera acompañar al individuo de manera permanente. La sociedad en la que vivimos está hipergenitalizada y es orgasmomaniáca, por tal motivo, cuando una persona sufre algún accidente grave y a consecuencia de él queda con alguna incapacidad, no se deprime sólo por la lesión en sí, si no también porque ahora es diferente desde el punto de vista físico, laboral y sexual; con gran frecuencia se le considera, y ella también lo considera así (esto es terrible), como asexual. Aún que casi en todos existe el deseo (esperanza) de conocer cuál será su futuro en el aspecto sexual.

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Dado que la vista es uno de los principales sentidos, su afección o carencia puede afectar la sexualidad. Recordemos que en otras especies la luz al actuar sobre la glándula pineal regula la reproducción. En relación con lo anterior, se ha encontrado que chicas con ceguera congénita tienen su primera menstruación a una edad más temprana que el resto de la población. Von Shaumann reporta disminución de la potencia  masculina pero no del deseo. Los ciegos congénitos requerirán de una educación especial con metodología específica, dado que no conocen varias partes del cuerpo, sobre todo de personas del otro sexo. En Escandinavia utilizan modelos vivos para enseñar anatomía. Oj-Alláh en un tiempo no muy lejano podamos hacer lo mismo, mientras tanto seguiremos usando modelos de plástico.

Quienes quedan ciegos por causa accidental requieren de ayuda distinta a la antes mencionada; en primera instancia deberá averiguarse cual es el origen de la lesión. La diabetes mellitus que en un buen número de casos es la causante de la ceguera también puede afectar la respuesta sexual, en los hombres la afección puede producir disfunción eréctil y en la mujer la afección lleva a la anorgasmia (ausencia de orgasmo). De modo que deberemos analizar las características de los integrantes del grupo para escoger las estrategias adecuadas.

Para que el asesor puede trabajar de forma adecuada, lo más importante es conocer la sexualidad de uno mismo, lo cual puede lograrse a través de la auto confrontación; si ello no se realiza previo al trabajo con el grupo resultará muy difícil empatizar con los educandos y mucho menos actuar de manera respetuosa y objetiva. Nunca debe perderse de vista cuan diferentes son los campos cognoscitivo y afectivo; el individuo puede tener un gran cúmulo de conocimientos en esta área pero sus actitudes entendidas como la predisposición a reaccionar favorable o desfavorablemente hacia un objeto son de fundamental importancia.

Warren Johnson señala algunas de las características deseables para quien desempeñe estas funciones:

  • Conocer el tema.
  • Conocer las características del grupo al que se dirige.
  • Haber asumido su propia sexualidad.
  • Conocer los diferentes tipos de lenguaje sexual (infantil, técnico vulgar).
  • Uno de sus objetivos deberá ser el de ayudar a que las personas manejen su propia sexualidad, enfatizando que no se trata de reprimir ni producir autoculpa, ni mucho menos desprecio.

El autor de esto escrito agrega:

  • Ser respetuoso de la sexualidad de los demás.
  • Promotor de la autonomía y
  • Capaz de empatizar.

A lo largo de la exposición se ha hecho evidente que no hemos trabajado específicamente con ciegos y débiles visuales salvo unas cuantas conferencias en la Escuela Nacional para Ciegos.

 

Bibliografía

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Endocrinología de la Respuesta Sexual. Género y sexualidad

NOTA: Esta conferencia la impartí hace cerca de diez años de modo que muchas cosas han cambiado te invito a que la revises y me mandes tus comentarios, ya escribí los míos y los puse entre paréntesis.

Desde hace algunos años se acepta que sexo es un término exclusivamente biológico referente a las características físicas diferenciadoras entre machos y hembras; en nuestra caso sería entre hombres y mujeres

Antes de la aparición de nuestra especie, el sexo ya existía y vale la pena enfatizar que para entonces, la vida, tenía miles de millones de años. En términos llanos podemos afirmar que el sexo es una estrategia para incrementar la variedad de los seres vivos.

Paralelamente a la evolución del ser humano la sexualidad se ha ido construyendo hasta constituirse en lo que actualmente conocemos; Mazín y Corona, sexólogos mexicanos;  la definen como: “… la vivencia subjetiva, dentro de un contexto sociocultural concreto del cuerpo sexuado. Es parte integral de la vida humana y eje del desarrollo. Se articula a través del potencial reproductivo de los seres humanos, de las relaciones afectivas y la capacidad erótica, enmarcada siempre dentro de las relaciones de género”.

&& 2 && Unos cuantos

Antes de entrar en materia vale la pena mencionar que resultan incontables las quejas en torno a que el gremio médico se apropió del estudio de la sexualidad; el análisis de los primeros escritos sobre la Sexualogía evidencia que fueron estos profesionales los únicos decididos a incursionar por un terreno, catalogado siempre, como privado e íntimo. La obra que marca el arranque de esta disciplina fue escrita en 1886 por el médico alemán: Richard von Krafft Ebing (1840-1902) y la tituló Psicopatía sexual.

Magnus Hirschfeld (1868-1935), otro médico alemán, no sólo creó el primer Instituto para el Estudio del Sexo en 1919 en Berlín sino que también publicó numerosos libros y realizó intensas campañas para tratar de erradicar las leyes existentes contra la homosexualidad, tanto en Alemania, como en otras naciones.

Iwan Bloch (1872-1922), médico alemán, considerado por muchos como el padre de la Sexualogía por sus notables contribuciones al desarrollo de esta disciplina; afirmaba que las conductas descritas como aberrantes existían o habían sido realizadas en otros espacios y en otras épocas, motivo por el cual invitaba a leer más, para enterarse de lo que ocurría en otras partes del planeta.

Sigmund Freud (1856-1939), fue uno de los hombres que más influyeron para que la ciencia se animara a incursionar por el ámbito de la sexualidad. Puede uno estar o no de acuerdo con sus propuestas pero es innegable que a partir de su basta obra los cimientos del conservadurismo sufrieron graves cuarteaduras.

Herny Havellock Ellis (1859-1939), inglés de nacimiento, decidió estudiar Medicina convencido de que así la gente daría más crédito a sus afirmaciones, en torno a lo que había observado en Australia y en el mismo Reino Unido.

Wilhelm Reich (1897-1957), médico alemán exploró ámbitos que ahora ubicamos como respuesta sexual; también sobre la juventud; aspectos sociales de la sexualidad y caracterología.

William H. Masters (1915-) (falleció el 16 de febrero del 2001), el creador de la Terapia sexual es un ginecólgo estadunidense. Y la lista podría continuar pero a partir de esas primeras publicaciones y de la apertura de algunos de los pioneros antes mencionados,  profesionales de otras disciplinas sumaron esfuerzos para analizar el fenómeno desde diversas perspectivas, con ello, los conocimientos no sólo crecieron en número sino también en calidad.

La Antropología, Psicología, Sociología, Pedagogía y la nueva ciencia de la Etología fueron las que contribuyeron con más estudios en los inicios de la Sexualogía.

La Etología ciencia cuyo nacimiento se atribuye a Konrad Lorenz (1903-1989), proporciona innumerables ejemplos de comportamientos que al ocurrir también en humanos, nos tientan a creer en una herencia filogenética. Sin embargo, al analizar con más cuidado los relatos podemos reconocer, la existencia de ciertos parecidos en la forma, pero más diferencias de fondo, en vista de que en otras especies, sobre todo de primates hacia abajo, las conductas son más constantes, esto es, resultan estereotipadas o dicho de otra forma, su comportamiento es igual para los individuos de una misma especie.

Entre los irracionales pero, sobretodo, entre los mamíferos la cópula acontece durante los periodos denominados como: estro, brama o celo. A medida que el nivel estrogénico aumenta, la hembra se hace más atractiva para el macho y estará más dispuesta para aparearse. En casos extremos como en el conejo de Indias y la chinchilla, el orifico vaginal permanece completamente cerrado por una membrana epiteleal, excepto durante el estro. Un caso más cercano a nosotros es el de las gatas, las cuales pueden permanecer en celo varios días, si no han sido montadas, pero si ocurre la cópula en menos de doce horas dejarán  de ser receptivas, lo mismo acontece con: la musaraña, el puerco espín y la foca de Alaska.

A medida que se asciende en la escala filogenética, (se nota que consideraba a los humanos como el acmé de la Evolución) la conducta copulatoria está menos sujeta al control hormonal.  Esto comienza a observarse entre los grandes monos en los cuales la cópula puede obedecer a cuestiones jerárquicas, para disminuir el estrés o para evitar agresiones.

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El gorila usa su impresionante complexión para competir con otros machos y garantizarse la convivencia con un grupo de hembras pero no se piense que tiene su harém; en realidad se trata de un animal poco “sexy” (Años después me enteraría que algunos gorilas de Espalda plateada cuidan con celo al conjunto de hembras y crías que viven con él). Para su talla el pene y los testículos resultan muy pequeños; las hembras pasan gran parte de su vida adulta en una lactancia anovulatoria, motivo por el cual, el macho no se muestra muy interesado en ellas. Sólo cuando una hembra entra en celo buscará al macho para copular.

El orangután suele vivir aislado, quizás por la escasez de alimentos pero en cuanto se topa con una hembra copulará con ella, independientemente de si está en celo o no. (Por ello abundan quienes afirman que estos animales practican la violación). Ellas también amantan a sus crías durante varios años con los consecuentes ciclos anovulatorios pero tan pronto ovulan, buscan al macho con singular vehemencia.

Al vivir mezclados chimpancés machos y hembras los encuentros sexuales pueden ocurrir en cualquier momento y con cualquier miembro del grupo, pero algunos investigadores mencionan que en coincidencia con la ovulación, la hembra puede apartarse con un macho en particular para aparearse y posiblemente tener descendencia.

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Mención aparte merecen los chimpancés enanos o bonobos entre los cuales los problemas suelen resolverse por medio de contactos físicos que pueden llegar incluso a la cópula con independencia del sexo de los protagonistas.

Masters y Johnson propusieron la curva de la Respuesta Sexual para explicar los cambios acontecidos en el cuerpo de hombres y mujeres durante una actividad erótica sexual. La curva diseñada por ellos es tetrafásica a diferencia de la usada por Helen S. Kaplan (1929-1925) quien propuso una de sólo tres fases en la que incluyó al deseo, el cual pasó inadvertido para los anteriores investigadores. (Incluso Robert C. Kolodny discípulo y colaborador de Masters y Johnson llegó a mencionar que no la contemplaban dada su imposibilidad para medirla).

Entre los seres humanos, a diferencia del resto de los animales, las cosas han cambiado en forma sustancial, los encuentros sexuales se llevan a cabo por multitud de razones entre las cuales la reproducción no ocupa los primeros sitios. Entrando en materia podemos afirmar que el sustrato biológico es importante, pero no más que la influencia del medio donde cada individuo se ha desarrollado.

Masters y Johnson, lo mismo que Kaplan, LoPiccolo y Meyer entre otros, enfatizaron que la hormona más importante en torno a la respuesta sexual es la testosterona, en vista de que se relaciona en forma directa con el deseo. Cuando las cifras de esta sustancia son menores a las esperadas para la persona en cuestión, se observaban trastornos del deseo. Alteraciones de otras hormonas pueden afectar el desempeño sexual en vista de que interfieren con la producción o acción de la testosterona. No obstante, vale la pena señalar que cuando los niveles estrogénicos descienden como sucede en el climaterio, los cambios en los genitales pueden ser de tal magnitud que afecten la respuesta sexual. (Y su repercusión en otros aparatos o sistemas siendo algo de lo más importante lo que acontece en el ámbito psicológico). Efectos como el acartonamiento vaginal y la disminución de la lubricación vaginal pueden explicar la dispareunia, la evitación coital y la consecuente pérdida del deseo señalado por autores como: Sarrel (1990) y Peralta (1998).

Como es bien conocido disminuciones importantes de testosterona en el varón pueden afectar, no sólo el deseo, sino también la erección, la eyaculación e incluso hasta la capacidad de fantasear.

Mucho tiempo antes que en 1966 Masters y Johnson publicaran su obra, un gran número de profesionales de la salud tanto física como mental consideraban que las hormonas eran la parte nodular de las relaciones sexuales, sin embargo, de acuerdo a lo antes expuesto vemos que las cosas no son tan simples entre los humanos. A la herencia biológica hemos de agregar la cultural, la mezcla produce individuos irrepetibles capaces de enfrentar de diferentes maneras las situaciones. El sustrato biológico nos provee de potencialidades, las cuales a su vez flexibilizan nuestro comportamiento.

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El peso de lo cultural se manifiesta al revisar la historia de diferentes religiones. En unas la sexualidad fue una especie de camino para transitar hacia la perfección y en otras se le ha considerado como algo pecaminoso y vergonzante. En aquellas culturas donde lo erótico era aceptado se animaba a los individuos a buscar el placer, en contraste, aquellas donde se pensaba lo contrario, se satanizaba lo erótico y se aceptaba, a regañadientes, el tener relaciones pero sólo para reproducirse. Es evidente que en sociedades como la nuestra predominan las religiones que limitan el ejercicio erótico, pero lo peculiar es que se reprime más a unas que a otros. Vale la enfatizar que no sólo las religiones limitan la sexualidad, el control también se ejerce desde otras instancias y eso es algo que exige estar conscientes de nuestras actitudes. El gremio médico tiene mucho prestigio y ascendiente sobre el público en general, por ello mismo nuestras batas han de conservarse blancas y no debemos pintarlas de negro, es decir, hablemos de cuestiones científicas animando a quienes nos escuchan a pensar y decidir por sí mismos, es decir, que se hagan responsables de sus actos; dejemos que sean otros los que se dediquen a señalar lo que es bueno y malo. Cuanta razón tiene Federico Reyes Heroles al sentenciar: “Dogma que sólo tiene una condición a cambio de todas sus ventajas: la intolerancia”.

Sería por demás interesante que cada asistente anotara: ¿para qué tengo relaciones coitales? seguramente serían innumerables los motivos y conste que la pregunta no es ¿por qué? Posiblemente se repetirá con frecuencia un término que espanta mucho a los grupos conservadores y al cual han desprestigiado de múltiples maneras, la palabra en cuestión es… placer. Si la reproducción no es el principal motor que nos lleva a la cópula ¿por qué la insistencia de algunos en señalar que es malo el disfrute aun con nuestra propia pareja?

Adán y Eva fueron arrojados del Paraíso porque se atrevieron a probar el fruto del árbol prohibido (del conocimiento), la metáfora es explicada en el sentido de que perdieron su inocencia pero también puede entenderse que adquirieron el poder de decidir. (¿qué se pretendía con prohibirles que probaran del Árbol del conocimiento?). Para algunas personas, muy religiosas, el destino existe y sólo debemos seguir un guión escrito desde antes de que el tiempo fuera tiempo. Algo parecido ocurre con los defensores de la Sociobiología al afirmar que en nuestros genes, además de los rasgos físicos también codifican el comportamiento.

Añejas y modernas propuestas se amalgaman para pretender negarnos nuestro derecho a negarnos. Bertold Bretch sentenció hace años “Prohibido prohibir”. Si hubiésemos escrito los motivos por los cuales tenemos relaciones sexuales, lo más seguro es que pocas personas pondrían en primera instancia el deseo de reproducirse y serían muchas las que habrían escrito la palabra temida (PLACER). Como especie hemos cambiado el entorno, a veces con resultados trágicos, pero también hemos realizado obras conmovedoras. Encajan a la perfección las palabras de Graciela Hierro cuando dice: “… algunos hombres y algunas mujeres avizoran el principio del placer como la finalidad de la vida humana”.

Así como tenemos un componente biológico que no podemos, ni debemos soslayar, también contamos con un sustrato cultural, específico para el lugar donde hemos crecido, donde hemos sido educados y por tanto formados (No olvidemos que las sociedades nos crían y nos crean). 

Que hombres y mujeres percibimos de forma diferente el mundo nadie lo duda aunque también es cierto que la perspectiva se altera de acuerdo a la clase social, el grado de escolaridad, el estado civil, la religión o la nacionalidad, por citar sólo unos cuantos factores. Pero en todas partes se observa que los hombres detentan el poder por encima de las mujeres. De nueva cuenta Graciela Hierro nos invita a reflexionar cuando afirma: “El género es un sistema de jerarquías sociales, una desigualdad de poder impuesta sobre el sexo. Constituye la sexualización del poder.” 

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En sociedades donde se considera que la mujer alcanzará su acmé al ser madre, el climaterio es tomado como el lapso durante el cual se despide de los papeles estelares para conformarse con los secundarios; muchas se sienten acabadas igual que sus posibilidades de procreación. Pareciera que el único que les considera atractivas se apellida Arjona. Al varón también pueden pesarle los años y quejarse de la pérdida de la inmediatez; eso duele porque todo el tiempo se le ha dicho que debe responder (Ipso facto) ante cualquier estímulo. De nueva cuenta ambos son aplastados por las enseñanzas recibidas, las cuales en forma tácita o directa advierten que cualquier actividad erótica ha de ser contemplada como preámbulo del coito y por tanto carece de valor en sí misma. Erróneamente se plantea que el placer sólo se alcanza a través del coito, para lo cual se requiere un pene erecto y una vagina lubricada.

En un mundo machista como el nuestro castrar a la mujer climatérica puede ser una especie de defensa en vista de que el equilibrio estrógenos, progesterona/ testosterona se ha roto y cuando menos, desde un punto de vista teórico, su deseo aumentaría frente a un varón que también tiene menores niveles androgénicos. Conste que esto es sólo una elucubración.

La respuesta sexual requiere de adecuados niveles hormonales para funcionar bien en el plano reproductivo pero debe quedar claro que también podemos recurrir a nuevas estrategias si lo que pretendemos es brindar y recibir placer. El erotismo es una característica exclusiva de la humanidad, su uso constante por mutuo acuerdo, con el fin de incrementar el placer, nos permitirá acceder a niveles de comunicación insospechados.

La gente relaciona, en automático, uniformes blancos con dolor o enfermedad, incluso durante mucho tiempo se amenazó a las criaturas con llevarlas al doctor si no comía o se negaba a ir a la escuela. Hoy que la tolerancia se observa con mayor frecuencia, salvo en los informes presidenciales; hoy que ya existe una ley en contra de la violencia familiar pese a que muchos legisladores se opusieron; hoy que hablamos de democracia e incluso sopesamos la posibilidad de permitirle la entrada a nuestros hogares, puede ser factible que también desde nuestros consultorios enseñemos a la gente que tienen derecho a ejercer su potencial erótico con responsabilidad y con el fin de obtener placer cuando menos hasta que mueran.

Muchas gracias.

Bibliografía:

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