François Mauriac. Ediciones Orbis. España, 1982.
Se trata de una carta narrada en primera persona y es la historia de un hombre avaro, mezquino y resentido sobre todo, con sus familiares a los que detesta; vivió amargado todo el tiempo que estuvo casado porque, su esposa le comentó algo sobre un hombre al que conoció antes que a él; en ningún momento menciona que le haya amado pero, Luis, se inventa una historia que, día a día, alimenta esa animadversión que crecerá desmesuradamente.
El dinero ocupa una parte por demás importante en esta narración pues la esposa, los hijos, los nietos y hasta yernos y nueras están al pendiente y temerosos de que Luis los pueda desheredar y despojar, según ellos de algo que les pertenece. Luis se hace odioso a cada instante de todos y cada uno de sus familiares, sólo en unas cuantas ocasiones con su hija menor tiene ciertos destellos de humanismo. Sus familiares son tan o más avaros que él y no parecen hacer esfuerzos por mejorar su situación económica, esto es están a la espera de que muera, mientras viven e intrigan para heredar, él por su parte parece regodearse con la idea de desheredarlos.
La esposa y los hijos pregonan que son buenos católicos y Luis se burla a cada rato de ellos pues en realidad su apego a la religión deja mucho que desear, pues lo que predomina es la ambición.
No me fascinó el desenlace pero es una obra que vale la pena leer pues personajes de ese tipo abundan.
Atiendo problemáticas relacionadas con la sexualidad y el erotismo. Tengo más de 30 años de experiencia brindando terapia sexual. También doy conferencias, cursos o talleres sobre: sexualidad, erotismo, disfunciones sexuales, masculinidad, paternidad, prevención de la violencia y otros temas.