La obsesión del perfeccionismo

Soluciones para acabar con el control excesivo.

Allan E. Mallinger y Jeannette De Wyze

Editorial Paidós. España, 1993.

He aquí un magnífico libro que ayudará a quienes aseguramos que el perfeccionismo es indispensable para el bien vivir, y es que cuando uno está tan inmerso en el problema tiende a no sentir (o a negar) la serie de complicaciones acompañantes de tal comportamiento. Sobran las justificaciones para perder el tiempo en cuasi rituales, elaborados para disminuir las angustias porque seamos francos, el obsesivo sufre una ansiedad la mayor parte del tiempo.

En un lenguaje accesible, con preguntas que nos llevan a identificarnos de tal modo que resulta imposible huir y con mucho de humor, poco a poco se da uno cuenta que no todo es malo; vale la pena ser puntual aun en un país como el nuestro donde las decepciones están al por mayor, sin embargo, las exageraciones casi siempre acarrean problemas.

El perfeccionista se aleja con frecuencia de la esfera afectiva y eso a la larga colabora para que uno acabe solo, porque la gente que le rodea puede cansarse; las discusiones que, a juicio de él, no deben postergarse pueden convertirse en un cascada de palabras en las que con gran frecuencia la otra persona se da por vencida y se declara culpable por… cansancio.

Si lo lees, de seguro no te arrepentirás, pero no olvides adquirir una buena cantidad de marca textos o de plano una cubeta donde sumerjas el libro completo.

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