Celos ¿Y te acostaste con él? ¿Y la amas?

Por Francisco Delfín Lara

¿Por qué los cuestionamientos  son planteados de acuerdo al sexo?, sobran las hipótesis pero, no sólo por parte de cualquier mortal (que en estos tiempos tenemos más probabilidades de serlo pese a lo dicho por nuestras autoridades, incluso las sanitarias) si no que también estas preguntas las han suscrito especialistas de diversas nacionalidades.

Hera la tercera esposa de Zeus que por cierto era su hermana mayor, fue una celosa empedernida aunque el jefe supremo del Olimpo le daba motivos para ello pues como se dice en México

Le tiraba a todo lo que se movía

La forma como Hera usaba su poder para castigar a algunas de las conquistas de su olímpico cónyuge son dignas de analizar porque, con gran frecuencia se excedía, aunque cabe preguntarse ¿por qué seguía con Zeus?

Agustín de Hipona (354-430) cuya vida está colmada de episodios amorosos (Remember Flora Emilia) comentó:

El que no está celoso no está enamorado.

Agustín de Hipona

Mi tía Canuta le decía a mis hermanas:

Si te ama es porque te cela.

La tía Canuta

Moraleja, los celos aumentan la calidad del amor pero, cuidado porque ante su inexistencia habrá quien se lamente de que no le aman lo suficiente.

Quizá conozcamos a personas que se hayan sentido bien cuando fueron celadas, pero cuando la conducta extra-ordinaria se convertía en consuetudinaria las cosas se transformaban en martirio. ¿Han escuchado?:

No me molesta que salgas con tus amigos, confío en ti ciegamente pero, de ellos no me fío ni tantito.

Según este individuo, ella puede ser manipulada por cualquiera.El celoso al sentirse herido, desconfía de todos y más de su pareja, lo que ella haga causa sospechas y por eso diseñará estrategias para controlarla aunque, él también quede controlado. Para complicar más el asunto Proust sentenció:

Nada podemos saber de los seres a los que amamos.

Proust

Pero el celoso no se rendirá, e  intentará conocer todos los pensamientos de su pareja los actuales y futuros pero sobretodo los pasados. Lo que encuentre lo acomodará para corroborar sus hipótesis, para revolcarse en su dolor y sentirse con el derecho de satisfacer sus ánimos vindicativos. De modo que si tu pareja inquiere acerca de tus experiencias pasadas, considera lo que me comentó un consultante:

“Cuando se empieza a hablar sobre las relaciones anteriores prefiero no preguntar porque después duele y si me preguntan no respondo, porque después no olvidan”

Cuidado  con quien comente: “sólo necesito saber unas cuantas cosas más y luego asunto olvidado:

  • Él: ¿cuántas veces tuvieron relaciones? ¿cuántas orgasmos tuviste con él? ¿fue mejor amante que yo?
  • Ella: ¿te sientes más feliz con ella? ¿qué le has contado de mi? ¿y la amas?

Existen personas que propositivamente, provocan celos en su pareja o dicho de manera más popular Les dan picones, pero las cosas pueden salirse de control y producir resultados indeseados.

Hubo quienes mencionaron que, lo mismo que machos de otras especies, el celoso está interesado en garantizar que la descendencia sea suya; y aunque los humanos solemos considerarnos como el Acmé de la creación  seguimos enfrentándonos a una realidad apabullante: la difícil tarea de demostrar la paternidad. Ella jamás dudará de su maternidad, quizá por eso siga vigente la respuesta que un profesor le dio al alumno que preguntó:

Profesor ¿cuál es la diferencia entre fe y ciencia?

Verá UD -dijo el viejo profesor- la fe es un conjunto de creencias que no exigen comprobación; por otro lado la ciencia se refiere a conocimientos obtenidos luego de profundas y sesudas observaciones, las cuales son sometidas al análisis y a la reflexión, es decir, se trata de algo objetivo. De modo que cuando UD señala a una mujer y nos dice “Esa es mi madre” eso es ciencia; en cambio cuando UD señala a un hombre y nos dice “Ese es mi padre”, debo decirle querido alumno, que eso es FE.

Levy y Kelly, hablan de la existencia de hombres que al igual que la mayoría de las mujeres, consideran que la traición emocional es más dolorosa que la infidelidad sexual (4). Aunque UD no lo crea.

La mayoría de las personas habla de una situación triangular en el caso de los celos, pero Davis afirma que es como un cuadrado: celoso, celado, rival y cultura (5). La observación es muy interesante porque deja ver que, la sociedad en la que crecimos, nos enseña que sentir y como comportarnos.

Después de experimentar los celos se ha observado:

  1. La existencia de más violencia contra la pareja que contra el rival y esa violencia puede alcanzar tintes muy altos que pueden llegar incluso al homicidio o al suicidio.
  2. Que ellas se culpen puede deberse a que, tradicionalmente se les ha responsabilizado  de que el matrimonio navegue por aguas tranquilas.
  3. Ellos culpan a la pareja o al rival, es decir, se colocan en calidad de víctimas.
  4. Es más factible que ellas acepten estar celosas; al varón le cuesta trabajo hacerlo, quizá porque sería una especie de reconocimiento de inferioridad o de debilidad.

Para rematar Armando Chulak define al bígamo como:

“una especie de ciervo doble”.

Armando Chulak

El celoso hace sufrir y sufre, pues suele colocarse por debajo de cualquier rival, en su mente su pareja se fijará en cualquier persona y teme que todos le superen.

“La Rochefoucauld” (1613-1680) comentaba respecto a los celos:

Nacen más bien del amor a si mismo que del amor a otros.

“La Rochefoucauld” (1613-1680)

Esto es, me niego a perder a alguien que considero de mi estricta propiedad, alguien para quien yo debiera ser su todo; la herida narcisista  es brutal. Por eso Alberoni advierte:

Estamos celosos sólo cuando es la misma persona a la que amamos la que se deja raptar, seducir, llevar por otro, cuando lo prefiere a él en vez de a nosotros. Los celos son siempre traición de la exclusividad. (6)

El golpe a la autoestima es demoledor, resulta difícil aceptar que quiera irse de nuestro lado, se juzga como la máxima traición aunque jamás se haya hablado de exclusividad y aunque el celoso en alguna ocasión haya sido infiel pues dirá:

Alberoni

Lo mío fue distinto, yo no amaba a la otra persona, sólo fue un arrebato pasional.

El celoso dispone de una ingente cantidad de racionalizaciones para justificar sus actos.

Los celos puede experimentarlos cualquier persona, por ello conviene reflexionar en lo dicho por Clanton y Smith:

Lo que determina si nuestros celos son
<<normales>> o <<anormales>>,
<<sanos>> o <<patológicos>>
no es este <<chispazo>> en sí, sino
lo que hacemos con él (8).

Clanton y Smith

Cuando el barreno de los celos comienza a penetrar nuestra autoestima, valdría la pena hacer un alto en el camino y analizar

¿qué tan cierto será esto que experimento; que me hace sospechar y temer que mi pareja está interesada en otra persona? Quizá todo se deba a un mal entendido.

Sin embargo, si esto me ha ocurrido en varias ocasiones quizá sea tiempo de dejar de sufrir y solicitar ayuda profesional.

Tüllmann, un estudioso de sociedades no industrializadas afirmaba:

Aún entre nosotros, los celos pueden explicarse casi exclusivamente como debidos sobretodo al deseo de poseer en derecho a la persona que nos los provoca (10).

Tüllmann

La realidad es que lo único que poseo es mi forma de reaccionar; mi pareja es otra persona que acepta estar conmigo y lo hace por razones, como:

le gusto, le agrada mi forma de ser, compartimos sueños, se siente segura a mi lado y lo ideal sería permanecer de este modo hasta que ambos queramos hacerlo, por tanto, podría modificarse aquello de que se casan

Hasta que la muerte los separe por Hasta que la muerte del amor los separe.

Ortega y Gasset decía:

Yo soy yo y mi circunstancia
y si no la salvo a ella no me salvo yo.

Ortega y Gasset

El celoso percibe algo (real o imaginario) que su pensamiento acrecienta y lo introduce en una dinámica de la cual resulta, sumamente difícil escapar pero que también se constituye como una oportunidad para templarse y actuar con sobriedad; no hay un determinismo que nos lleve a realizar, en automático lo mismo a hombres y mujeres; cada uno elige quiéralo o no lo que hará, quizá por eso Tördjman define a los celos como:

Encuentro entre una estructura y una coyuntura. (11).

Tördjman

Esos sentimientos surgen en un ambiente que ha influido desde la más tierna infancia, en la mente del individuo; esa persona tiene una constitución concreta, de modo que de esa mezcla emerge una persona específica; las combinaciones pueden ser infinitas, lo mismo que los comportamientos aunque conservamos en la memoria, preferentemente aquellos que resultan más dramáticos como el del pintor Juan Pablo Castel ese personaje, sin par que Ernesto Sabato retrató de forma magistral en su novela El túnel, la cual vale la pena leer.

Cano y colaboradores comentaron:

Ponerse alerta ante la percepción de una posible amenaza sería una respuesta adaptativa, pero la intensidad de la reacción, la conducta percibida como amenazante, las respuestas permitidas y las emociones asociadas serían prescritas socialmente. (12).

Cano y colaboradores

Por supuesto que reaccionaremos ante todo aquello que atente o creamos que atente contra nuestra relación, pero tras un momento de calma sería interesante averiguar que tanto encaja en mi lo dicho por May (no digo su nombre para que no piensen que es puro rollo):

¿Por qué estoy tan bajo de autoestima?

May

Nos sentiremos mejor cuando aceptemos que:

Mi sensación de seguridad y confiabilidad hacia mi pareja más que estar, estrechamente relacionada con mi confianza en mí mismo, emana de esto último.

Y no lo olviden, Oj-Allah pronto volvamos a coincidir.

Bibliografía:
  1. White, Greg, citado por Ayala, Malach, Pines. Aprender a manejar los celos. Inteligencia emocional. http://www.inteligencia-emocional.org/cursos-gratis/celos/index.htm
  2. Bringle y Buunk, citados por Reidl, Martínez, Lucy, Ma. Celos y envidia: emociones humanas. Colección Postgrado UNAM, 2005:119.
  3. Fisher, Helen. El primer sexo. Las capacidades innatas de las mujeres y cómo están cambiando el mundo. Editorial Taurus. España, 2000:331
  4. New explanation for sex differences in jealousy. The Free Library. http://www.thefreelibrary.com
  5. Reidl, Martínez, Lucy, María. Celos y envidia: emociones humanas. Colección Postgrado UNAM, 2005
  6. Alberoni, Francesco. Te amo. Editorial Gedisa. España, 1997:100
  7. Pasini, Willy. Los nuevos comportamientos amorosos. La pareja y las transgresiones sexuales. Editorial Grijalbo. España, 2005:239
  8. Clanton, G. y Smith, L.G. Anatomía de los celos. Editorial Grijalbo. España, 1981:24.
  9. Ayala, Malach, Pines. Aprender a manejar los celos. Inteligencia emocional. http://www.inteligencia-emocional.org/cursos-gratis/celos/index.htm
  10. Tüllmann, Adolf. Vida amorosa de los pueblos naturales. Editorial Círculo de Lectores. España, 1971:142
  11. Tordjman, Gilbert. (1988). La pareja. Editorial Grijalbo. México:279
  12. Canto, O.J.M.; García, L.P. y Gómez, J.L. Celos y emociones: factores de la relación de pareja en la reacción ante la infidelidad. Athenea Digital. No. 15:51

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