Por Francisco Delfín Lara. Grupo Interdisciplinario de Sexología. Septiembre 7 del 2020
Así se titula la canción que allá por 1940 escribió la compositora mexicana de 15 años, Consuelito Velázquez y que ha sido interpretada por artistas de fama internacional como: Pedro Infante, Nat King Cole, Andrea Bocelli, Avalon Jazz Band, Ray Conniff, Luis Miguel y hasta los Beatles por citar unos cuantos.
La súplica de la canción se refere a una caricia, ahora universal, no siempre fue así pues hubo épocas y sociedades en la que no tenían la más remota idea de su existencia, por eso cuando la contemplaron tuvieron expresiones de desabrobación y hasta de asco.
Dado que el tema es inagotable hablaremos de los besos relacionados con el erotismo.
Los esquimales y los habitantes de la isla de Bali practicaban una caricia que podría considerarse equivalente al beso y que los occidentales describían como frotar nariz con nariz; señal de que “las apariencias engañan” (Tüllmann). La realidad es que el individuo acercaba su nariz al rostro de la otra persona, para sentir tanto el calor como el aroma, una vez envuelto en la esencia de su pareja aspiraba suavemente, sin duda se trataba de una práctica deliciosa. Es factible que algún sujeto lo hiciera como en las películas al darse “un pericazo”.
Bronislaw Malinowksy, el fundador de la Antropología social nacido en Cracovia decía que en la islas de Trobriand practicaban una conducta semejante a nuestros besos, un nativo le comentó: “Ella mordisquea mi labio inferior y yo dejo que salga mi saliva para que la sorba”. Si alguna de las personas que escucha esto hace gestos de desagrado y desaprobación debo decirles, que de una u otra forma lo mismo pasa en los besos que UDS se han dado, sobretodo entre más apasionados y profundos hayan sido.
Jacinto Choza, comentaba que el beso puede relacionarse con el acto de dar de comer boca a boca como las aves, pero aclaraba que en nuestra especie es como dar vida, amor o afecto (2017.Choza). Suena muy bien, pero a mi juicio va más allá de expresar amor porque en ocasiones lo que se busca es encender las pasiones, tanto propias como las de la otra persona. Más que instintiva se trata de una conducta aprendida, de lo contrario siempre, en todas partes y todo mundo la hubiera realizado.
Llama la atención que siendo una caricia tan practicada sea tan poco estudiada científicamente, por increíble que suene escasean las investigaciones, quizá por considerarla solamente, como preámbulo para la cópula.
Se trata de un comportamiento más complejo, pues muchas partes del cuerpo entran en contacto; si hablamos del beso en la boca (salvo en las Personas con Discapacidad Visual) quienes participan se pueden ver a los ojos, aunque habrá quien los cierre para incrementar las sensaciones o por pena, y no faltará a quien le moleste que le vean en ese momento. Labios y lengua son estructuras con muchas terminaciones nerviosas o dicho de otra manera, altamente sensibles.
Para aumentar el atractivo y la tentación algunas mujeres se pintan la boca, como una especie de señal y aunque todo mundo pueda verla, eso no significa que estén autorizados para besarla.
Algo que puede desagradar, en primera instancia es que hasta 100 millones de bacterias pueden hallarse en un milílitro de saliva, pero entre ellas algunas son bactericidas, así que no hay tanto peligro, salvo que se tenga un padecimiento infecto contagioso y se transmita por esa vía. Lo que si conviene es tener buena higiene bucal, una amiga decía: “Besar a alguien que fuma es como lamer un cenicero”.
Como en todo lo relacionado con el comportamiento humano y sobretodo con la sexualidad, resulta indispensable el acuerdo, pero no perdamos de vista que hace tiempo se habló del “beso robado”, que llegó a considerarse como un romántico atrevimiento.
Es una caricia tan íntima que no se comparte con cualquiera, quizá el mejor ejemplo sea el de las Trabajadoras sexuales, quienes tradicionalmente se han negado a besar en la boca a sus clientes, pese a que acepten penetraciones vaginales o anales.
Quiérase o no en las parejas el beso evoluciona, suele comenzar como si se temiera dañar a la otra persona, por ellos los labios apenas se rozan, más adelante se juntarán eso si con la boca cerrada, aunque cada vez con mayor fuerza; hasta que las bocas se abren para que las lenguas se enfrasquen en una especie de batalla donde chocan y luego traviesas explorarán la cavidad que les contiene. Si han llegado a estas alturas lo más probable es que hayan hecho lo mismo que el autóctono que charló con Malinowsy.
Alfred Charles Kinsey a mediados del siglo pasado comentó que 70% de las mujeres de su muestra había practicado el beso francés antes de su primera relación coital para sobrepasar el 90% después de haber tenido relaciones sexuales. Por cierto el beso francés también se conoce como profundo, o del alma y en México de “a lengüita”.
En una investigación realizada en el vecino país del norte, en el grupo de personas mayores de 50 años: dos terceras partes de ellos y la mitad de las mujeres dijeron ser capaces de abrazarse y besarse en público (2015.Schwartz & Kempner). Sin embargo, sugiero mediten UDS dónde hacerlo porque en Nigeria, Dubai, Indonesia, Iowa y hace unos años Guanajuato estaba prohibido hacerlo en la calle, y había penas que podían ser desde económicas, encarcelamiento y hasta latigazos.
La parte triste es que conforme pasa el tiempo, las parejas tenderán a besarse con menor frecuencia e intensidad, algo así como una regresión hasta llegar a darse besos sólo de a piquito. En ocasiones memorables, como la cena de Navidad o de Año Nuevo, se puede conseguir que los progenitores se den un beso para la foto.
En el final de la película Cinema Paradiso, se puede ver una especie de corto que Alfredo hizo para que Salvatore pudiera contemplar las escenas de los besos, que las tijeras censoras del sacerdote del pueblo habían eliminado de las películas, por considerarlas malignas y pecaminosas.
¿Qué crees que diría tu pareja si la invitarás, en esta cuarentena, a replicar esas escenas?
Bibliografía consultada:
- Ariza Luis Miguel. Besos, ¿qué hay detrás? El País. Arte y Cultura. Octubre 18 del 2011
- Choza Jacinto. Antropología de la sexualidad. Instituto de Ciencias para la familia. Sevilla, 2017:107
- Hock Roger R. Human Sexuality. Pearson Education, 2012
- Kinsey Alfred, Pomeroy Wardell, Martin Clyde and Gebhard Paul. Sexual Behavoir in teh Human Female. W. B. Saunders Company, 1953.
- Schwartz Pepper & Martha Kempner. 50 Great Myths of Human Sexuality. Wiley Blacwell, 2015:91
- Tüllmann Adolf. Vida amorosa de los pueblos naturales. Comportamiento sexual de las comunidades primitivas. Editorial Círculo de Lectores. España, 1960.
- Westheimer Ruth K. and Sanford Lopater. Human Sexuality. A Psychosocial Perspective. Lippincont Williams, 2002.
Atiendo problemáticas relacionadas con la sexualidad y el erotismo. Tengo más de 30 años de experiencia brindando terapia sexual. También doy conferencias, cursos o talleres sobre: sexualidad, erotismo, disfunciones sexuales, masculinidad, paternidad, prevención de la violencia y otros temas.