De sexo ya lo sé todo

Por Francisco Delfín Lara.        Septiembre 24 del 2020

Ignoro a quién se le ocurrió el nombre para este Conversatorio al que me invitó GENDES en junio del año 2019, pero es muy interesante, porque muchos conocidos míos, dicen “Yo me las sé, de todas todas”.

Al transitar por la vida y al enfrentarnos a la realidad es posible que cometamos errores, que al solucionarlos nos permite decir que hemos ganado experiencia. No obstante, con respecto a la sexualidad las cosas son distintas y los aprendizajes se dan de manera diferentes. En el caso de los hombres sucederá cuando tengamos el valor para quitarnos la capa de soberbia y reconozcamos que la pareja expresa cosas, sobre nuestra actuación o desempeño sexual, que pueden ser muy diferentes a las que imaginábamos.

El problema es que a veces lo hace sin palabras, no obstante, el remedio está en comprender eso que llaman la comunicación no verbal, para lo cual conviene:

  1. Imitar a Sócrates en aquello de “Yo sólo sé que nada sé”. Actuar de esa forma no resulta sencillo para el hombre, pues desde la más tierna infancia se me dijo que debo ser el mejor de todos, que siempre debo de triunfar sin importar el modo como lo haga. Al adoptar esta estrategia podría averiguar qué le gusta, qué le agrada y tratar de complacerla, en vez de usarla para mi sola satisfacción.
  2. Tener paciencia, por ejemplo evitar la rápida retirada después de hacer el amor, disfruta el permanecer junto a ella de modo que las pieles se complementen. Cabe aclarar que no cuentan aquellos individuos que permanecen inmóviles como un santo varón, pues después de eyacular, y que apenas alcanzan a decir: “Buenas no…”.
  3. Adoptar un espíritu de aventurero para explorar, con toda la calma, el mapa erótico de mi pareja, esto es su piel, qué tal recorrerla centímetro a centímetro . La prisa tan practicada por muchos varones es mala compañera; tratándose de caricias conviene imitar al gran filósofo mexicano, Julio César Chávez cuando decía “Más vale dar que recibir”.
  4. La compañera agradecerá tocamientos en todo el cuerpo, me atrevo a afirmar que una gran cantidad de mujeres: mataría por un faje con su compañero.

Quiérase o no, más hombres que mujeres le  brindan demasiada importancia a la erección, a la penetración y a la eyaculación para con ello dar fin a la función. Con inusitada frecuencia se afirma que 30% de los hombres eyaculan antes de que transcurra un minuto después de la penetración, de ser cierto, indudablemente esos coitos serían: MUY COITITOS.  Sin embargo, la cosa no es tan sencilla; pues no es sólo cuestión de tiempo, dado que intervienen muchos factores como: primeras experiencias sexuales, frecuencia de las relaciones sexuales, angustia, confianza, problemas de pareja,  y la sensación de haber terminado muy pronto, entre otros (2006.Althof).

En la Encuesta Mundial de Sexualidad en línea para usuarios de Internet de habla árabe en el Medio Oriente realizada en el 2011, a la pregunta de ¿Con qué frecuencia eyacula antes de querer eyacular?”

Si conocen a alguien que se ufana diciendo “Todo el tiempo me la paso pensando en el sexo”, la Dra. Terry Fisher de la Universidad de Ohio diría que tienen razón, ella encontró en una investigación que los hombres tienen cerca de 19 pensamientos al día sobre el sexo; en contraste las mujeres tuvieron 10 en el mismo lapso. “Por supuesto” dirán muchos hombres con una sonrisa de oreja a oreja, pero su cara cambiará ante el comentario de mi tía Brígida Cienfuegos “Ese, ese es el verdadero problema de los hombres: PENSAR EN EL SEXO, SÓLO PENSAR”. El que entendió entendió.

Lo anterior coincide con una añeja afirmación mía: “Los hombres en este país practican con mucha frecuencia el sexo oral, si porque se la pasan hablando”.

Arthur Miller extraordinario novelista estadounidense afirmaba: “Los hombres temen al sexo más que las mujeres”, de acuerdo, pero ello obedece a las cargas o mandatos que desde siempre nos han endilgado a los heterosexuales para ser unos VERDADEROS HOMBRES, en otras palabras un SEXPERTO, aunque en realidad nadie nos haya enseñado algo al respecto.

Otra cuestión que también nos fastidia es que a una inmensa cantidad de varones “Les intimida la intimidad”. Consideran que deben mantenerse herméticos y no compartir sus más íntimos secretos, vicisitudes, penas y tristezas, macro error.

Otros dicen que son infieles y que son incapaces de hacer algo al respecto, porque la poligamia es natural. Su argumento me lleva a recordar a aquel varón que terminó de hacer el amor, besó a la mujer en los labios, con brusquedad se levantó de la cama, “como en las películas francesas”. Sentado en una silla fumó con calma un cigarrillo, “como en las películas francesas”. Se vistió cuidadosamente pero sin anudar la corbata, “como en las películas francesas”. Salió sin despedirse y sin mirar a la mujer, “como en las películas francesas”. Subió a su pequeño carro, manejó a toda prisa pero con gran habilidad, “como en las películas francesas”. Se estacionó frente a su casa, asegurándose de cerrar bien el auto, “como en las películas francesas”. Con sumo cuidado y sin hacer ruido abrió la puerta de la entrada, “como en las películas francesas”. Subió los escalones uno a uno y se dirigió a la recámara principal, “como en las películas francesas”. Abrió la puerta y vio a su esposa en pleno trance amoroso con otro hombre, “como en las películas francesas”. Todo este relato para enfatizar que lo que él haga, capaz que su pareja también puede hacerlo. Sólo que ella no lo comentaría.

Llegados a este punto conviene reflexionar si la monogamia o la poligamia son potencialidades naturales, para después decidir qué es lo que quiere hacer con tal potencialidad.

Y hablando de infidelidad, algo que suele comentarse al parejo son los celos, pero me llama la atención que con frecuencia se expresan de manera distinta porque ante la duda ella dirá: “¿Y la amas?”

En cambio él dirá: “¿Te acostaste con él?”

Lo dicho antes se relaciona en forma estrecha con las preocupaciones relacionadas con el género, es decir, con lo que la sociedad nos ha nutrido desde siempre, tanto a hombres como a mujeres. Sin embargo, eso significa que si lo aprendimos podemos hacer una revisión para desaprender aquello que nos fastidia y aprender cosas que nos permitan vivir de una manera más armónica.

En fin son ideas que considero pueden invitarnos a pensar, y aunque nuestras conclusiones sean distintas, son valederas. Lo importante es PENSAR y actuar en consecuencia.

Bibliografía:
  • Althof Stanley. The Psychology of Premature Ejaculation: Therapies and Cosequences. The Jorunal of Sexual Medicine. Vol. 3. Suplemment 4. P:324-331. Septmeber 01, 2006.
  • Shaeer Osama & Kamal Shaeer. The Global Online Sexuality Survey (GOSS) Ejaculatory Function, Penile Anatomy, and Contraceptive Usage among Arabic-Speaking Internet Useres in the Middle East. The Journal of Sexual Medicine. Vol. 9. Issue 2. P:425-433. Februrary 01, 2012.

Deja un comentario

Scroll al inicio
Abrir chat
¿SEXUALIDAD? ¿SEXOLOGÍA?, MEJOR SEXUALOGÍA.
¿En qué puedo ayudarte?